Avís important

L’1 de novembre de 2014, el Partit dels i les Comunistes de Catalunya va acordar la seva dissolució com a partit polític i la cessió de tot el seu capital humà, polític i material a una nova organització unitària: Comunistes de Catalunya.

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dimarts, 26 d’abril del 2011

A LOS PARTIDOS, FUERZAS POLÍTICAS Y MOVIMIENTOS SOCIALES DEL MUNDO, AMIGOS DE LA REVOLUCION CUBANA

PARTIDO COMUNISTA DE CUBA / COMITÉ CENTRAL


A LOS PARTIDOS, FUERZAS POLÍTICAS Y MOVIMIENTOS SOCIALES DEL MUNDO, AMIGOS DE LA REVOLUCION CUBANA


Del 16 al 19 de abril se celebró en la Habana, el VI Congreso del Partido Comunista de Cuba, coincidiendo con 50 Años de la Victoria de Playa Girón y de la Proclamación del Carácter Socialista de la Revolución Cubana.



Participaron más de mil Delegados e Invitados nacionales en representación de  cerca de 800 mil  militantes, organizados en 61 mil organizaciones de bases en los diversos sectores de toda la sociedad cubana.   

El Informe Central, presentado por el General de Ejército Raúl Castro Ruz, es un análisis profundamente autocrítico y oportuno de la crucial coyuntura actual del proceso histórico de la construcción del  socialismo en Cuba. En ese contexto  se precisan   aspectos esenciales que fundamentan la necesidad de continuar las transformaciones económico-sociales, dirigidas a la actualización del modelo económico y al fortalecimiento de las estructuras económicas y sociales que garanticen poder avanzar en la edificación de la nueva sociedad socialista. En esencia, el Informe Central al Congreso estuvo dirigido a identificar los problemas cardinales que enfrenta el país y cómo resolverlos.

Las discusiones acerca de los medulares temas que se analizaron,
ratificaron la aplicación consecuente del pensamiento creador del fundador del Partido, líder histórico y Comandante en Jefe de la Revolución Cubana, Fidel Castro Ruz.





Por otro lado, se reafirmó que la actualización en marcha, de nuestro proceso, está concebida esencialmente sobre la base de las particularidades histórico-culturales concretas de Cuba, sometida a un férreo bloqueo económico, comercial y financiero por casi 50 años, y no a  partir de la copia mecánica de experiencias similares en otras partes del mundo.

Fueron aprobados los Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución, al que le antecedió un amplio proceso de debate popular sobre su Proyecto, que se extendió por cinco meses, en el que participaron más de ocho millones de personas (algunos en más de una ocasión) y se produjeron alrededor de tres millones de intervenciones de la población, con 781 644 opiniones, garantizándose así que los participantes se manifestaran libremente y expresaran sus insatisfacciones y discrepancias.

Se  analizaron todas las propuestas formuladas por el pueblo. El 87,4%  de los planteamientos recogidos en estos debates se tomaron en cuenta, mientras que del  12,6 % restante, se decidió  una parte  continuar estudiando su posible aplicación, y otros no fueron considerados por ahora.

Fue ratificada con el respaldo mayoritario del pueblo, la vigencia del predominio de la propiedad estatal socialista sobre los medios de producción, y de la planificación, como basamento esencial de la economía nacional. Se confirmó  la firme voluntad del Estado Socialista de mantener las conquistas sociales alcanzadas como resultado de la obra revolucionaria, expresión del espíritu humanista de  nuestro proyecto social y sostener el acceso gratuito de todos los ciudadanos por igual a la educación, la salud pública, la práctica masiva del deporte y la cultura.

El proceso, que constituyó de hecho un referéndum de todo el pueblo, fruto del cual se modificó el 68% de los Lineamientos originales propuestos, confirmó la confianza y unidad de la inmensa mayoría de los cubanos en torno al Partido Comunista y a la Revolución, esa que no dejará nunca a nadie desamparado. Quedó demostrada una vez más, la validez del pensamiento del compañero Fidel: “…la fuerza del Partido, radica en su vinculación estrecha y permanente con las masas…”


Fue sin dudas, un proceso democrático y transparente, con amplia participación popular que se desarrolló sobre la base del principio de que tiene que ser el pueblo con el Partido al frente, quien decida el destino del país.

Ahora se impone por un período de varios años y de forma gradual,  sin apresuramiento, la implementación de las medidas que contempla el Nuevo Modelo Económico y Social del país.

Los delegados al Congreso tuvieron en cuenta la voluntad del compañero Fidel Castro Ruz, de no ser incluido en la candidatura del Comité Central y su decisión de continuar siendo “militante del partido y  soldado de las ideas”.

Fueron elegidos los compañeros Raúl Castro Ruz y José Ramón Machado Ventura, Primer y Segundo Secretarios del Comité Central del Partido Comunista de Cuba.

Se eligió igualmente un Comité Central con 115 miembros, que renovó la mitad de sus efectivos - con una representación femenina del 41,7%. También se eligió un Buró Político de 15 integrantes y un Secretariado del Comité Central. Esta elección no fue fruto de la improvisación, sino de una política dirigida a ir incorporando paulatinamente la real representatividad de nuestro pueblo y sobre todo de una nueva generación de cubanos que pueda garantizar junto a la Generación Histórica, la continuidad del socialismo en Cuba.

El Congreso aprobó  la Convocatoria para el 28 de enero del año 2012 de  la Conferencia Nacional del Partido, encuentro que constituye la continuidad del VI Congreso del Partido.

Tendrá como objetivo principal potenciar al Partido sobre la base del principio de que el Partido Comunista de Cuba, dirige y controla; pero no administra. Por ello la Conferencia debe adoptar las decisiones necesarias dirigidas a adecuar los Estatutos, las normativas internas,  la  estructura,  los métodos y estilos de trabajo del Partido a las actuales circunstancias históricas que vive el país, así como brindar especial atención a la formación y desarrollo de los cuadros de dirección,  como aspecto prioritario y estratégico para todo el Partido, y determinante para el futuro de la Revolución.

La Conferencia debe debatir y aprobar además, las definiciones fundamentales relacionadas con la política exterior y las relaciones internacionales del Partido. En este sentido, el Congreso reiteró la invariable posición de Cuba de defender los principios universales de soberanía, independencia, autodeterminación, el no uso de la fuerza en la solución de los conflictos y la no injerencia en los asuntos internos de los países.

Se ratificó la disposición a dialogar con el gobierno de Estados Unidos acerca de cualquier tema de interés común, sobre la base del reconocimiento y el respeto mutuos, y sin condicionamientos.

Fue aprobada la Resolución sobre el Perfeccionamiento de los Órganos del Poder Popular, el Sistema Electoral y la División Político- Administrativa.


Amigas y amigos del mundo:

El VI Congreso del Partido Comunista de Cuba confirmó que para los militantes y patriotas, la  nación, la independencia y el socialismo están indisolublemente unidos, por lo que es y será siempre su defensa irrenunciable la bandera principal del proceso revolucionario cubano.

En las palabras de clausura el Primer Secretario recién electo, Raúl Castro Ruz, reiteró la solidaridad militante de los cubanos a los pueblos hermanos del Tercer Mundo y el apoyo a los Partidos Comunistas y demás fuerzas progresistas de todo el mundo que luchan sin cesar por un mundo mejor.

Aprovechamos esta ocasión para agradecer a los partidos y fuerzas políticas, movimientos sociales, personalidades y amigos por los mensajes de aliento y solidaridad recibidos en el transcurso del magno evento.


DEPARTAMENTO DE RELACIONES INTERNACIONALES DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA

    
La Habana, 20 de abril de 2011

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dilluns, 18 d’abril del 2011

La invasión de Bahía de Cochinos en Cuba

Hace 50 años
Por Hernando Calvo Ospina. © Le Monde Diplomatique, España, abril 2011.


El día 16 de abril de 1961 daba comienzo una operación militar contra la Cuba revolucionaria que la historia recuerda con el nombre de invasión de Bahía de Cochinos (o de Playa Girón). Fuerzas mercenarias anticastristas, organizadas por la CIA y apoyadas por fuerzas navales estadounidense intentaron establecer una cabeza de puente con la intención de constituir, en un “territorio liberado”, un gobierno provisional que Washington iba a reconocer para pedir inmediatamente ayuda a la OEA y derrocar al gobierno revolucionario de Fidel Castro. No lo consiguieron, fue el “fracaso perfecto”.

Grayston Lynch fue el primer hombre que tocó tierra cubana, en playa Girón. Eran las 23h45 del 16 de abril de 1961. No lejos de ahí, en playa Larga, otro estadounidense también desembarcaba de primero: William ‘Rip’ Robertson. Ambos eran parte de la Brigada de Asalto 2506, que, entrenada y armada por Estados Unidos, pretendía invadir la isla y acabar con el gobierno revolucionario. En menos de setenta horas fue derrotada. Dos años atrás se encuentra la génesis de ese “fracaso perfecto”, como lo llaman algunos conocedores. (1) El 19 de abril de 1959 se reunieron en Washington, durante tres horas, el entonces vicepresidente Richard Nixon y el Primer ministro cubano Fidel Castro. En su informe, Nixon aseguró que era necesaria una acción de fuerza contra Cuba, al concluir que los revolucionarios instalarían un sistema político contrario a los intereses estadounidenses.

Los hermanos Dulles, John Foster y Allen, secretario de Estado y jefe de la CIA, respectivamente, estuvieron de acuerdo. Y desde ellos nace el “Proyecto Cuba”, del cual responsabilizaron al director adjunto de la CIA, Richard Bissell. El 17 de marzo de 1960, el presidente Dwight Eisenhower aprobó el plan diseñado por éste, que englobaba la guerra psicológica, acciones políticas, económicas y paramilitares. Teniendo como centro el organizar, entrenar y equipar a exiliados cubanos para constituir una fuerza invasora.

Nixon asumió como suya la preparación de la agresión: “El adiestramiento secreto de los exiliados fue adoptado como resultado de mi apoyo directo”. (2) En 1960 eran elecciones presidenciales, y Nixon, del partido republicano, enfrentaba a John F. Kennedy, del demócrata. Ambos iniciaban sus discursos refiriéndose al “caso cubano”. Herbert Klein, secretario de prensa del vicepresidente, escribiría: “Mientras hacíamos campaña nos alimentábamos con la esperanza del pronto desembarco. La derrota de Castro hubiera constituido un poderoso factor para el triunfo de Nixon.” (3)

Paralelo al proyecto militar y propagandístico, a fines de agosto la CIA puso en marcha otro plan. Bissell contactó a la mafia de la Cosa Nostra para que asesinara a tres de los principales dirigentes cubanos. Según la investigación de la Comisión Church del Senado estadounidense, (4) en la Casa Blanca se consideraba que si “Fidel, Che Guevara y Raúl Castro no son eliminados al mismo tiempo”, toda acción contra el régimen cubano sería “larga y difícil”. Si los asesinatos se lograban y Cuba volvía al redil, la CIA se comprometía a que la mafia recuperara “el monopolio de los juegos, de la prostitución y de la droga.”
El 3 de enero de 1961 Washington rompe relaciones con La Habana. El día 20, Kennedy asume la presidencia, y 24 horas después ordena continuar con los planes de agresión, incluido el trato con la mafia. Aunque el adiestramiento continuaba en la Florida, la CIA convierte a Guatemala en el principal campo de entrenamiento, “con su propio aeropuerto, su propio burdel y sus propios códigos de conducta.”(5)

Washington había logrado que la casi totalidad de naciones del continente censuraran la revolución cubana. Sin embargo México, Brasil y Ecuador se opusieron a cualquier tipo de acción militar, evitando que Estados Unidos se sirviera de la Organización de Estados Americanos, OEA, para una operación conjunta. Solo Guatemala y Nicaragua prestaron sus territorios para preparar la agresión.

Los preparativos para la invasión eran un secreto a voces. El presidente Kennedy repetía constantemente que no se agrediría a Cuba, pero pocos le creían. Moscú y Pekín le advertían de no pasar al acto, mientras que “en Londres, Paris, Bonn o Roma, se estableció una tensión extraordinaria y no paraba de aumentar. El mundo entero se interrogaba, con los ojos puestos en Cuba.”(6)

A pesar de ello, en Estados Unidos los medios de información apenas narraban los sucesos. No realizaban investigaciones “por autodisciplina patriótica”, como dijo el ex patrón de la CIA, William ‘Bill’ Colby. (7) Por ejemplo, en el New York Times la redacción sabía en detalle lo que se preparaba, “pero en nombre de la seguridad nacional –dice Colby- ella se dejó convencer del propio presidente Kennedy de nada publicara sobre el tema.”

El 15 de abril, y por orden presidencial, Bissell envió ocho bombarderos B-26 para destruir la poca y vieja aviación de combate cubana. Cedidos por el Pentágono, habían despegado de Nicaragua llevando las insignias de la Fuerza Aérea Revolucionaria, FAR. Luego de lanzar su carga un B-26 aterrizó en Miami, y en minutos una historia se regó: los responsables de tal acción eran desertores.

Mientras llovían bombas sobre Cuba, su ministro de Relaciones Exteriores, Raúl Roa, pedía en la ONU que se exigiera a Estados Unidos el cese de la agresión. El jefe de la delegación estadounidense, Adlai Stevenson, refutó las acusaciones mostrando fotos del avión en Miami. Su colega británico lo apoyó diciendo que “el gobierno del Reino Unido sabe por experiencia que puede tener confianza en la palabra de Estados Unidos.” (8) El día 16 se supo toda la verdad. La CIA y el presidente Kennedy le tenían todo escondido a Stevenson y al propio Secretario de Estado, Dean Rusk.

Durante el sepelio de las víctimas de los bombardeos, casi todas civiles, Fidel Castro llamó a la movilización total: “Cada cubano debe ocupar el puesto que le corresponde en las unidades militares y centros de trabajo sin interrumpir la producción, ni la campaña de alfabetización.” (9) Ese mismo 16 de abril expresó una frase que dio vuelta al mundo, porque anunciaba el camino ideológico del proceso: “Eso es lo que no pueden perdonarnos (…) ¡que hayamos hecho una revolución socialista en las propias narices de los Estados Unidos!”

Para ese momento cinco barcos “mercantes”, repletos de hombres y armas, escoltados por buques de la Marina estadounidense, incluido un portaaviones, se aproximaban a Cuba. Habían partido de Nicaragua y Nueva Orleans.

Según lo planificado en Washington, los mercenarios de la Brigada debían lograr rápidamente un territorio “liberado”. Ahí sería trasladado, desde Estados Unidos, el “gobierno provisional”, el cual estaría compuesto de exiliados seleccionados por la CIA. En ese momento Kennedy le daría “reconocimiento”, el “nuevo gobierno” pediría ayuda internacional y los Marines desembarcarían.

En las primeras horas del desembarco, Grayston Lynch se dio cuenta de los errores garrafales que había cometido la CIA. Los arrecifes impidieron el acercamiento de los barcos, pero también dificultaron el avance de los botes. Esa zona, al centro-sur de Cuba, tenía un terreno pantanoso e inhóspito. Aunque lo peor fue haber decidido un asalto anfibio nocturno. Las tropas estadounidenses habían demostrado, durante la segunda Guerra Mundial su capacidad para grandes desembarcos, pero nunca en la noche. Esto era una especie de experimento. Por todo ello, solo un puñado de hombres, de los 1511 que constituían la Brigada 2506, pudo llegar a tierra esa madrugada. Y estos fueron recibidos a tiros por una patrulla de milicianos.

Por todos los desaciertos, las tropas cubanas tuvieron tiempo para desplazarse a la zona e iniciar la contraofensiva. Desde que el sol despuntó, los pocos aviones cubanos que se salvaron del bombardeo empezaron a derribar naves invasoras. En la mañana pusieron fuera de combate a siete, y hundieron a los buques “Houston” y “Río Escondido”, perdiéndose el armamento y combustible que transportaban. Casi todos los pilotos que diezmaban a la Brigada habían sido entrenados por Estados Unidos, durante la dictadura de Fulgencio Batista.

El gobierno revolucionario, sabiendo lo que se le preparaba, había adquirido tanques, cañones, morteros y ametralladoras en la Unión Soviética y Checoslovaquia. Los instructores venidos de esos países, calcularon que era necesario dos años para entrenar a un ejército capaz de repeler una invasión. “Entonces inventamos una cosa –contó Fidel Castro en 1996- que fue pedirles a los milicianos que lo que aprendían por la mañana lo enseñaran por la tarde.”(10)

José “Pepe” San Román, de origen cubano y quien oficiaba como comandante de la Brigada, constató en la mañana del día 19 que todo estaba perdido. Entonces envió un mensaje a su responsable en la CIA: “¡Por favor, no nos abandonen!” (11) Al final de la tarde, en Playa Girón, la tentativa de invasión era derrotada. Casi toda la Brigada fue capturada: 1197 hombres. Aunque se creían camino al paredón, Fidel Castro ordenó que se les respetara la vida. En combate murieron 114, incluidos cuatro pilotos estadounidenses. Años después Lynch recordaría: “Por primera vez, a mis treinta y siete años de vida, me sentí avergonzado de mi país.” (12)

No hubo ninguna tentativa de levantamiento interno en apoyo al desembarco. La CIA había calculado que ello sería espontáneo, e increíblemente no tuvo en cuenta sus propios informes. A mediados de 1960 “se realizó un sondeo de opinión, encargado por la CIA, el cual reveló que la inmensa mayoría de gente apoyaba a Castro.”(13) Bissell y Dulles siempre supieron que sin una insurrección popular, se necesitarían unos cinco mil hombres para poder ocupar un sector del país.

Ante el triunfo, el 23 de abril de 1961 Fidel Castro expresó: “¡el imperialismo yanqui sufrió en América Latina su primera gran derrota!”(14) Al día siguiente, y con otro tipo de emoción, el presidente Kennedy reconoció la responsabilidad de Estados Unidos. Colby dice que ante tal “humillación”, Kennedy expresó encolerizado su deseo de “regar las cenizas de la CIA a los cuatro vientos”. Allen Dulles y Richard Bissell tuvieron que renunciar unos meses después.

El 22 de diciembre de 1962 los prisioneros fueron enviados a la Florida. Por su libertad, La Habana pidió unos 53 millones de dólares en alimentos, medicinas y equipos médicos. Siete días después, durante una ceremonia en Miami, San Román le entregó a Kennedy una réplica de la bandera de la Brigada. El presidente les aseguró que ella sería “devuelta en una Habana Libre”. Quince años después, la asociación de ex brigadistas pidió al Museo Kennedy que le fuera reintegrada, pues la palabra no había sido cumplida. ¡Se la devolvieron por correo!

© Le Monde Diplomatique, España, abril 2011.

Notas:

1) Arthur Schlesinger Jr. “La Baie des Cochons, retour sur un échec parfait”, Le Monde, Paris, 11 de abril de 2001, Paris.

2) Richard Nixon. Six Crises. Simon & Schuster, Nueva York, 1990.

3) The San Diego Union. San Diego, 25 de marzo de 1962.

4) Comisión presidida por el senador Frank Church. “Alleged Assassination Plots Involving foreign Leaders.” An Interim report of the Select Committee to Study Governmental Operations With Respect to Intelligence Activities United States Senate Together. Washington, Noviembre, 1975.

5) Tim Weiner. Legado de Cenizas. Historia de la CIA. Debate, Barcelona, 2008.

6) Haynes Johnson, The Bay of Pigs. W. W. Norton. Nueva York, 1964.

7) William Colby. Honorable men. My life in the CIA. Simon and Schuster. Nueva York. 1978.

8) Daniel Ganser. " Retour sur la crise des missiles à Cuba. ". Le Monde Diplomatique, Paris, noviembre de 2002.

9) Fidel Castro et José Ramón Fernández. Playa Girón, Pathfinder, Nueva York, 4ème édition, 2007.

10) F. Castro y J. Ramón Fernández. Ob.Cit.

11) Haynes Johnson. Ob.Cit.

12) Grayston Lynch. Decision for Disaster: Betrayal at the Bay of Pigs. Potomac Book, Washington, 2000.

13) Tim Weiner. Ob.Cit.

14) F. Castro y J. Ramón Fernández. Ob.Cit.

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dimarts, 29 de març del 2011

La Guerra Fascista de la OTAN

La Guerra Fascista de la OTAN

 No había que ser adivino para saber lo que preví con rigurosa precisión en tres Reflexiones que publiqué en el sitio Web CubaDebate, entre el 21 de febrero y el 3 de marzo: “El plan de la OTAN es ocupar Libia”, “Danza macabra de cinismo”, y “La Guerra inevitable de la OTAN”

Ni siquiera los líderes fascistas de Alemania e Italia fueron tan sumamente descarados a raíz de la Guerra Civil Española desatada en 1936, un episodio que muchos tal vez hayan recordado en estos días.
Han transcurrido desde entonces casi exactamente 75 años; pero nada que pueda parecerse a los cambios que han tenido lugar en 75 siglos, o si lo desean, en 75 milenios de la vida humana en nuestro planeta.
A veces parece que, quienes serenamente opinamos sobre estos temas, somos exagerados. Me atrevería a decir que más bien somos ingenuos cuando suponemos que todos debiéramos estar conscientes del engaño o la colosal ignorancia a que ha sido arrastrada la humanidad.
Existía en 1936 un intenso enfrentamiento entre dos sistemas y dos ideologías aproximadamente equiparadas en su poder militar.
Las armas entonces parecían de juguete comparadas con las actuales. La humanidad tenía garantizada la supervivencia, a pesar del poder destructivo y localmente mortífero de las mismas. Ciudades enteras, e incluso naciones, podían ser virtualmente arrasadas. Pero jamás los seres humanos, en su totalidad, podían ser varias veces exterminados por el estúpido y suicida poder desarrollado por las ciencias y las tecnologías actuales.
Partiendo de estas realidades, son bochornosas las noticias que se transmiten continuamente sobre el empleo de potentes cohetes dirigidos por láser, de total precisión; cazabombarderos que duplican la velocidad del sonido; potentes explosivos que hacen estallar metales endurecidos con uranio, cuyo efecto sobre los pobladores y sus descendientes perdura por tiempo indefinido.
Cuba expuso en la reunión de Ginebra su posición respecto al problema interno de Libia. Defendió sin vacilar la idea de una solución política al conflicto en ese país, y se opuso categóricamente a cualquier intervención militar extranjera.
En un mundo donde la alianza de Estados Unidos y las potencias capitalistas desarrolladas de Europa, se adueña cada vez más de los recursos y el fruto del trabajo de los pueblos, cualquier ciudadano honesto, sea cual fuere su posición ante el gobierno, se opondría a la intervención militar extranjera en su Patria.
Lo más absurdo de la situación actual es que antes de iniciarse la brutal guerra en el Norte de África, en otra región del mundo a casi 10 000 kilómetros de distancia, se había producido un accidente nuclear en uno de los puntos más densamente poblados del planeta tras un tsunami provocado por un terremoto de magnitud 9 que a un país laborioso como Japón ha costado ya casi 30 mil víctimas fatales. Tal accidente no habría podido producirse 75 años antes.
En Haití, un país pobre y subdesarrollado, un terremoto de apenas 7 grados en la escala de Richter ocasionó más de 300 mil muertos, incontables heridos y cientos de miles de lesionados.
Sin embargo, lo terriblemente trágico en Japón fue el accidente en la planta electronuclear de Fukushima, cuyas consecuencias están todavía por determinarse.
Citaré solo algunos titulares de las agencias noticiosas:
“ANSA.- La central nuclear de Fukushima 1 está difundiendo “radiaciones extremadamente fuertes, potencialmente letales”, dijo Gregory Jaczko, jefe de la Nuclear Regulatory Commission (NRC), el ente nuclear estadounidense.”
“EFE.- La amenaza nuclear por la crítica situación de una central en Japón tras el sismo, ha disparado las revisiones de la seguridad de las plantas atómicas en el mundo y ha llevado a algunos países a paralizar sus planes.”
“Reuters.- El devastador terremoto de Japón y la profundización de la crisis nuclear podría generar pérdidas de hasta 200.000 millones de dólares en su economía, pero el impacto global es difícil de evaluar por el momento.”
“EFE.- El deterioro de un reactor tras otro en la central de Fukushima siguió alimentando hoy el temor a un desastre nuclear en Japón, sin que los desesperados intentos para controlar una fuga radiactiva abrieran un resquicio a la esperanza.”
“AFP.- Emperador Akihito expresa preocupación por el carácter imprevisible de la crisis nuclear que golpea a Japón tras el sismo y el tsunami que mataron a miles de personas y dejaron a 500.000 sin hogar. Reportan nuevo terremoto en la región de Tokio.”
Hay despachos que hablan de temas más preocupantes todavía. Algunos mencionan la presencia de yodo radiactivo tóxico en el agua de Tokio, que duplica la cantidad tolerable que pueden consumir los niños más pequeños en la capital japonesa. Uno de los despachos habla que las reservas de agua embotellada se están agotando en Tokio, ciudad ubicada en una prefectura a más de 200 kilómetros de Fukushima.
Este conjunto de circunstancias determinan una situación dramática para nuestro mundo.
Puedo expresar mis puntos de vista sobre la guerra en Libia con entera libertad.
No comparto con el líder de ese país concepciones políticas o de carácter religioso. Soy marxista-leninista y martiano, como ya he expresado.
Veo a Libia como un miembro del Movimiento de Países No Alineados y un Estado soberano de los casi 200 de la Organización de Naciones Unidas.
Jamás un país grande o pequeño, en este caso de apenas 5 millones de habitantes, fue víctima de un ataque tan brutal por la fuerza aérea de una organización belicista que cuenta con miles de cazabombarderos, más de 100 submarinos, portaaviones nucleares, y suficiente arsenal para destruir numerosas veces el planeta. Tal situación jamás la conoció nuestra especie y no existía nada parecido hace 75 años cuando los bombarderos nazis atacaron objetivos en España.
Ahora, sin embargo, la desprestigiada y criminal OTAN escribirá una “bella” historieta sobre su “humanitario” bombardeo.
Si Gaddafi hace honor a las tradiciones de su pueblo y decide combatir, como ha prometido, hasta el último aliento junto a los libios que están enfrentando los peores bombardeos que jamás sufrió un país, hundirá en el fango de la ignominia a la OTAN y sus criminales proyectos.
Los pueblos respetan y creen en los hombres que saben cumplir el deber.
Hace más de 50 años, cuando Estados Unidos asesinó a más de cien cubanos con la explosión del mercante “La Coubre”, nuestro pueblo proclamó “Patria o Muerte”. Ha cumplido, y ha estado siempre dispuesto a cumplir su palabra.
“Quien intente apoderarse de Cuba -exclamó el más glorioso combatiente de nuestra historia- solo recogerá el polvo de su suelo anegado en sangre”.
Ruego se me excuse la franqueza con que abordo el tema.

Fidel Castro Ruz
Marzo 28 de 2011
8 y 14 p.m.

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dimecres, 23 de març del 2011

LIBIA : NO A LA GUERRA

Intervención y réplica de Gaspar Llamazares en el debate sobre Libia


Señor presidente del Gobierno, en nombre de Izquierda Unida yo digo ‘No’. Señor presidente, ¡quién le ha visto y quién le ve! Otrora tras la pancarta del ‘No a la Guerra’: no a la guerra de Irak; más tarde con el sí, pero… a la guerra de Afganistán, y ahora encabezando la coalición de París, rememorándonos a todos otra coalición: la coalición de las Azores .


Pero yo digo ‘No’ a es ta intervención; ‘No a la Guerra’ porque el argumentario de la intervención, si bien tiene, a diferencia de Irak, un mandato de Nacion es Unidas, no son los derechos humanos, no es la democracia en Libia, porque ni los derechos humanos ni la democracia se exportan. Ni los derechos humanos ni la democracia se imponen mediante la guerra. Muy al contrario, son los inter es es : los inter es es geo es tratégicos, los inter es es económicos y políticos en Libia y, sobre todo, se abre una nueva etapa en la política internacional, y a mí no me gusta. No me gusta es ta nueva etapa donde cada uno es tablece su ‘patio trasero’ y en es e ‘patio trasero’ gobierna con el apoyo de los otros o con la anuencia o abstención de los otros: nosotros en el Mediterráneo, Rusia en su entorno, China en el suyo, y Estados Unidos en los de todos. Señor pr es idente del Gobierno, es e no es el multilateralismo, es e no es un futuro también democrático para el gobierno del mundo.

Señor pr es idente del Gobierno, no es verdad, es hipócrita hablar de derechos humanos. En es tos momentos hay en el mundo 32 conflictos prácticamente igual es , con características muy similar es al de Libia, donde hay un gobierno d es pótico, un tirano que sojuzga a su pueblo y que en muchos casos extermina a parte de su pueblo, a una tribu o al que piensa de forma distinta que él, y sin embargo sería una verdadera locura que la política internacional fuera la utilización de la guerra para acabar con es as situacion es . Sería una locura porque nos llevaría a un conflicto mundial. Por es o no se hace. Por es o se adoptan otras medidas.
¿Por qué lo hacemos en el caso de Libia? ¿Por qué en el caso de Libia en lugar de adoptar medidas políticas, que se han hecho en la primera r es olución, precipitadamente -y digo precipitadamente- en la segunda r es olución vamos directamente a la intervención militar? Pu es porque Libia juega un papel muy importante en el norte de África y en el Mediterráneo, y porque queremos gobernar los cambios en el Mediterráneo a nu es tro acomodo. Digámoslo claramente: que queremos gobernar los cambios que se es tán produciendo, encauzarlos, controlarlos, y que queremos también saber y garantizar el futuro de la energía en el Mediterráneo.

No se trata de la r es ponsabilidad de proteger, señorías. Se trata del derecho a controlar, es a es la cu es tión: del derecho a controlar en nu es tro es pacio, del derecho a controlar en nu es tro patio trasero, y en nu es tra opinión es o no se puede hacer mediante la guerra. Señorías, si fuera una cu es tión de derechos humanos, hay que saber que la guerra, la intervención militar, la exclusión en el es pacio aéreo provocan más sufrimiento -y tenemos la experiencia-, provocan más d es plazamientos de población, enconan las situacion es y los enfrentamientos, y dificultan la solución de los conflictos.
¿Por qué adoptamos pues esa estrategia? Pues porque nuestro objetivo, como he dicho antes, no son los derechos humanos, nuestro objetivo es la defensa de la geoestrategia y de los intereses. Y, en mi opinión, incluso para este objetivo menos ‘santo’ de estrategia y de intereses la estrategia de la guerra es también equivocada.

Señorías, nosotros proponemos, por el contrario, que se mantengan las políticas que en otros casos han tenido éxito, y recuerdo Sudáfrica. Sudáfrica no fue bombardeada; tampoco pensamos bombardear Palestina, ni tampoco bombardear Marruecos por el conflicto del Sahara, ni Birmania. No pensamos hacer ninguna cosa de esas. Lo que podemos hacer es utilizar al máximo los medios civiles que tiene la comunidad internacional: bloquear las cuentas de los tiranos, también embargar las armas para que no tengan medio de reprimir a sus pueblos y tomar medidas para aislar políticamente a esos regímenes. Esas medidas tuvieron éxito en el caso de Sudáfrica, han tenido también éxito en otros países y no tienen por qué dificultar las cosas en el caso de Libia.
Termino refiriéndome a algo que me parece muy importante. Fíjense cómo hemos devaluado las cosas que hemos pasado del ¡OTAN no! y del ¡No a la guerra! al sí a esta guerra y a encabezarla. Devaluamos la autorización de la Cámara y la convertimos en una mera ratificación. Esto demuestra cómo se devalúan las cosas, pero -y termino- también demuestra nuestra propia hipocresía. No es La Odisea o, si es La Odisea, no vamos de Troya a Ítaca, vamos al revés, de Ítaca a Troya. Muchas gracias.

TURNO DE RÉPLICA DE LLAMAZARES A LA RESPUESTA DE RODRÍGUEZ ZAPATERO 

Señor presidente del Gobierno, las palabras no son inocentes, y usted ha dicho que mi intervención ha sido agresiva. Aquí el único agresivo es el dictador contra su propio pueblo. Lo que yo he hecho ha sido una intervención crítica. Ha dicho usted también que he caricaturizado su posición. Usted la mía. Usted ha peleado con molinos de viento pero ha querido transformarlos en gigantes.

Señor presidente del Gobierno, yo he dicho que en concreto para luchar contra la vulneración de los derechos humanos, para luchar también a favor de la democracia en el norte de África, la guerra -donde estamos, en una resolución que es una carta blanca que va de la exclusión aérea a intervenciones militares- es el peor método, porque aumenta el sufrimiento de la población, porque encona la situación y porque en definitiva no permite una solución política.

Pero le digo lo mismo que le dije y no me ha respondido. Ha dicho, primera resolución: bloqueo, embargo; segunda resolución al cabo de un mes: porque no cumplen, directamente la intervención militar. ¿Van a hacer ustedes lo mismo con todos los que incumplen las primeras resoluciones de Naciones Unidas? ¿Ese es el camino con Myanmar? ¿Ese es el camino con Israel en relación con Palestina? ¿Ese es el camino con Marruecos en relación con el Sahara? ¿ Es el camino? Yo creo que sería equivocado, a pesar de mi profundo desacuerdo respecto a esos regímenes que también exterminan y golpean a sus pueblos o a pueblos hermanos. Creo que el mecanismo debe ser muy diferente. He recordado, en concreto, el caso de Sudáfrica, donde el embargo, el bloqueo y el aislamiento internacional fueron duros y difíciles, pero hoy Sudáfrica es una democracia consolidada y con futuro. En mi opinión, eso pone en valor la diplomacia de los valores y quita valor a la diplomacia de los cañones.

Señoría, termino con Afganistán. Yo le he dicho ‘sí, pero…’ en Afganistán porque usted fue quien dijo que nos retirábamos de Libertad Duradera y que seguíamos en ISAF. Eso es ‘sí, pero’; es decir, sí estoy en Afganistán pero no estoy plenamente en Libertad Duradera. Sí, ha sido así, yo he protagonizado esos debates con usted durante esta legislatura, pero si no se acuerda no hay problema.

Quería plantear una cuestión final en relación con la posición de los presidentes del Gobierno que terminan sus legislaturas. La verdad, no sé qué les pasa, que pierden el contacto con la gente -y la gente en este país es pacifista- y que ya solamente responden ante la historia.

Intervención íntegra y réplica de Gaspar Llamazares al presidente del Gobierno durante el Pleno Extraordinario (22-3-2011)

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dilluns, 21 de març del 2011

Condena la agresión en Libia : PCC

EL Partido de los y las Comunistas de Cataluña condena la agresión en Libia y hace un llamamiento a la movilización por la Paz.
1. El PCC condena la aprobación en el Consejo de Seguridad de la ONU de una resolución que preconiza la agresión militar extranjera contra Libia. Lejos de cualquier sentido genuino de la solidaridad con el pueblo de Libia y defender sus legítimos derechos, la resolución adoptada por el Consejo de Seguridad de la ONU está destinada a proporcionar cobertura a los objetivos de las grandes potencias occidentales en la intervención directa en los asuntos internos de un Estado soberano y dirigida al control geoestratègic de los recursos naturales de Libia.
2. El PCC, en estas circunstancias, recuerda el desastre de las guerras en Iraq y Afganistán, que se activaron en el nombre de la protección de las personas y la democracia y han causado la muerte de centenares de miles y el desplazamiento de millones de personas.
3. El PCC reitera su oposición a cualquier acto de agresión contra Libia o contra cualquiera otro Estado soberano, que sólo servirá para exacerbar el conflicto interno y conducir a una mayor inestabilidad en toda la región del Magribí y Oriente Medio.
4. El PCC reitera su condena al régimen de Muamar lo Gadafi y da pleno apoyo a las legítimas aspiraciones democráticas de la ciudadanía líbia, así como al resto de movimientos ciudadanos que a diferentes países del mundo árabe están emprendiendo profundas transformaciones.
5. El PCC lamenta la actitud del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas y de su Secretario General para apoyar a una estrategia para iniciar una guerra de agresión imperialista en detrimento del que tendría que ser, a la luz de la Carta de las Naciones Unidas, su actividad: la promoción y apoyo a las iniciativas diplomáticas que países como Venezuela y otras organizaciones como la Unión Africana han dado en busca de una solución pacífica del conflicto.
6. EL PCC alerta sobre la campaña de desinformación desencadenada para apoyar a las intenciones béllcas de la OTAN y sus poderes, que se refleja en el hecho que el Consejo de Seguridad acaba de aprobar una agresión militar contra un país soberano en nombre de la "defensa los derechos humanos ", al mismo tiempo mantener silencio sobre acontecimientos como las reiteradas ilegalidades de Israel o la invasión de Bahrein con el despliegue del ejército del Arabia con la intención de aplastar los levantamientos populares en este país.
7. El PCC lamenta la posición adoptada por el Gobierno del estado español, de dar el apoyo a la resolución, de espaldas al sentido de la mayoría de la población, que se ha manifestado en defensa de la PAZ de manera masiva en los últimos años.
8. El PCC reafirma su total oposición a la participación del estado español en la agresión contra Libia, ya sea por la participación directa de las fuerzas o medios militares, ya sea por la participación indirecta o apoyo logístico a las operaciones militares asociadas a esta agresión y hace un llamamiento a la movilización en defensa de la PAZ y la democracia al mundo árabe.
Barcelona 18 de marzo de 2011
 

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dijous, 10 de març del 2011

La OTAN, la guerra, la mentira y los negocios

(Tomado de CubaDebate)

Como algunos conocen, en septiembre de 1969, Muammar al-Gaddafi, un militar árabe beduino de peculiar carácter e inspirado en las ideas del líder egipcio Gamal Abdel Nasser, promovió en el seno de las Fuerzas Armadas un movimiento que derrocó al Rey Idris I de Libia, un país desértico casi en su totalidad y de escasa población, situado al norte de África, entre Túnez y Egipto.

Los importantes y valiosos recursos energéticos de Libia fueron descubriéndose progresivamente.

Nacido en el seno de una familia de la tribu beduina de pastores nómadas del desierto, en la región de Trípoli, Gaddafi era profundamente anticolonialista. Se asegura que un abuelo paterno murió luchando contra los invasores italianos cuando Libia fue invadida por éstos en 1911. El régimen colonial y el fascismo cambiaron la vida de todos. Se dice, igualmente, que el padre sufrió prisión antes de ganarse el pan como obrero industrial.

Incluso, los adversarios de Gaddafi aseguran que se destacó por su inteligencia como estudiante; fue expulsado del liceo por sus actividades antimonárquicas. Logró matricularse en otro liceo y después graduarse en leyes en la Universidad de Bengasi a los 21 años. Ingresa después en el Colegio Militar de Bengasi donde creó lo que se denominó el Movimiento Secreto Unionista de Oficiales Libres, concluyendo posteriormente sus estudios en una academia militar británica.

Estos antecedentes explican la notable influencia que ejerció después en Libia y en otros líderes políticos, estén hoy a favor o en contra de Gaddafi.

Había iniciado su vida política con hechos incuestionablemente revolucionarios.

En marzo de 1970, tras manifestaciones masivas nacionalistas, logró la evacuación de los soldados británicos del país y, en junio, Estados Unidos desalojó la gran base aérea cerca de Trípoli, entregada a instructores militares egipcios, país aliado a Libia.

En 1970, varias compañías petroleras occidentales y sociedades bancarias con participación de capitales extranjeros fueron afectadas por la Revolución. A fines de 1971, la famosa British Petroleum corrió la misma suerte. En el área agropecuaria todos los bienes italianos fueron confiscados, los colonos y sus descendientes expulsados de Libia.

La intervención estatal se orientó al control de las grandes empresas. La producción de ese país pasó a disfrutar de uno de los niveles más altos del mundo árabe. Se prohibió el juego y el consumo de alcohol. El estatus jurídico de la mujer, tradicionalmente limitado, fue elevado.

El líder libio se enfrascó en teorías extremistas que se oponían tanto al comunismo como al capitalismo. Fue una etapa en la que Gaddafi se dedicó a la teorización, que no tiene sentido incluir en este análisis, aunque sí señalar que en el artículo primero de la Proclama Constitucional de 1969 se establecía el carácter "Socialista" de la Jamahiriya Árabe Libia Popular.

Lo que deseo enfatizar es que a Estados Unidos y sus aliados de la OTAN nunca le interesaron los derechos humanos.

La olla de grillos que tuvo lugar en el Consejo de Seguridad, en la reunión del Consejo de Derechos Humanos con sede en Ginebra, y en la Asamblea General de la ONU en Nueva York, fue puro teatro.

Comprendo perfectamente las reacciones de los líderes políticos envueltos en tantas contradicciones y estériles debates, dada la urdimbre de intereses y problemas que deben atender.

Todos sabemos muy bien que el carácter de miembro permanente, el poder de veto, la posesión de armas nucleares, y no pocas instituciones son fuentes de privilegios e intereses impuestos por la fuerza a la humanidad. Se puede estar o no de acuerdo con muchas de ellas, pero jamás aceptarlas como medidas justas o éticas.

El imperio pretende ahora hacer girar los acontecimientos en torno a lo que hizo o no Gaddafi, porque necesita intervenir militarmente en Libia y golpear la ola revolucionaria desatada en el mundo árabe. Hasta ahora no se decía una palabra, se guardaba silencio y se hacían negocios.

Promovida la latente rebeldía libia por los órganos de inteligencia yanki, o por los errores del propio Gaddafi, es importante que los pueblos no se dejen engañar, ya que muy pronto la opinión mundial tendrá suficientes elementos para saber a qué atenerse.

A mi juicio, y así lo expresé desde el primer momento, había que denunciar los planes de la belicosa OTAN.

Libia, igual que muchos países del Tercer Mundo, es miembro del Movimiento de Países No Alineados, del Grupo de los 77 y otras organizaciones internacionales, a través de las cuales se establecen relaciones independientemente de su sistema económico y social.

A grandes rasgos: la Revolución en Cuba, inspirada en principios Marxistas-Leninistas y Martianos, había triunfado en 1959 a 90 millas de Estados Unidos, que nos impuso la Enmienda Platt y era propietario de la economía de nuestro país.

Casi de inmediato, el imperio promovió contra nuestro pueblo la guerra sucia, las bandas contrarrevolucionarias, el criminal bloqueo económico, y la invasión mercenaria de Girón, custodiada por un portaaviones y su infantería de marina lista para desembarcar si la fuerza mercenaria obtenía determinados objetivos.

Apenas año y medio después nos amenazó con el poderío de su arsenal nuclear. Una guerra de ese carácter estuvo a punto de estallar.

Todos los países latinoamericanos, con la excepción de México, participaron del criminal bloqueo que todavía perdura, sin que nuestro país jamás se rindiera. Es importante recordarlo para los que carecen de memoria histórica.

En enero de 1986, esgrimiendo la idea de que Libia estaba detrás del llamado terrorismo revolucionario, Reagan ordenó romper relaciones económicas y comerciales con ese país.

En marzo, una fuerza de portaaviones en el Golfo de Sirte, dentro de aguas consideradas nacionales por Libia, desató ataques que ocasionaron la destrucción de varias unidades navales provistas de lanzamisiles y de sistemas de radares de costa que ese país había adquirido en la URSS.

El 5 de abril, una discoteca en Berlín Occidental, frecuentada por soldados de Estados Unidos, fue víctima de explosivos plásticos, en el que tres personas murieron, dos de ellas militares norteamericanos y muchos fueron heridos.

Reagan acusó a Gaddafi y ordenó a la Fuerza Aérea que diera respuesta. Tres escuadrones despegaron de los portaaviones de la VI Flota y bases en el Reino Unido, atacaron con misiles y bombas siete objetivos militares en Trípoli y Bengasi. Alrededor de 40 personas murieron, 15 de ellas civiles. Advertido del avance de los bombarderos, Gaddafi reunió la familia y estaba abandonando su residencia ubicada en el complejo militar de Bab Al Aziziya, al sur de la capital. No había concluido la evacuación cuando un misil impactó directamente en la residencia, su hija Hanna murió y otros dos hijos resultaron heridos. El hecho recibió un amplio rechazo; la Asamblea General de la ONU aprobó una resolución de condena por violación de la Carta de la ONU y el Derecho Internacional. Igual hizo en términos enérgicos el Movimiento de Países No Alineados, la Liga Árabe y la OUA.

El 21 de diciembre de 1988, un Boeing 747 de la compañía Pan Am que volaba de Londres a Nueva York se desintegró en pleno vuelo por el estallido de una bomba, los restos cayeron sobre la localidad de Lockerbie, y la tragedia costó 270 vidas de 21 nacionalidades.

En un principio el Gobierno de Estados Unidos sospechó de Irán, como represalia por la muerte de 290 personas por el derribo de un Airbus de su línea estatal. Las investigaciones, según los yankis, implicaban dos agentes de la inteligencia libia. Imputaciones similares contra Libia se hicieron por un avión de la aerolínea francesa en ruta Brazzaville-N’Djamena-París, implicando a funcionarios libios que Gaddafi rechazó extraditar por hechos que negó categóricamente.

Una leyenda tenebrosa se fabricó contra él con la participación de Reagan y Bush padre.

Desde 1975 hasta la etapa final del gobierno de Reagan, Cuba se había consagrado a sus deberes internacionalistas en Angola y otros países de África. Conocíamos de los conflictos que se desarrollaron en Libia o en torno a ella por lecturas y testimonios de personas muy vinculadas a ese país y al mundo árabe, así como por las impresiones que guardamos de numerosas personalidades de distintos países con los que tuvimos contactos en aquellos años.

Muchos conocidos líderes africanos con los que Gaddafi mantenía relaciones estrechas se esforzaron por buscar soluciones a las tensas relaciones entre Libia y el Reino Unido.

El Consejo de Seguridad le había impuesto sanciones a Libia que comenzaron a superarse cuando Gaddafi aceptó someter a juicio, con determinadas condiciones, a los dos acusados por el avión que estalló sobre Escocia.

Delegaciones libias comenzaron a ser invitadas a reuniones intereuropeas. En julio de 1999 Londres inició el restablecimiento de relaciones diplomáticas plenas con Libia, después de algunas concesiones adicionales.

En septiembre de ese año, los ministros de la Unión Europea aceptaron revocar las medidas restrictivas al comercio tomadas en 1992.

El 2 de diciembre, Massimo D’Alema, primer ministro italiano, realizó la primera visita de un jefe de gobierno europeo a Libia.

Desaparecida la URSS y el campo socialista de Europa, Gaddafi decidió aceptar las demandas de Estados Unidos y la OTAN.

Cuando visité Libia en mayo de 2001, me exhibió las ruinas del traidor ataque con que Reagan asesinó a su hija, y estuvo a punto de exterminar a toda la familia.

A inicios del 2002, el Departamento de Estado informó que estaban en curso conversaciones diplomáticas entre Estados Unidos y Libia.

En mayo se había vuelto a incluir a Libia en la lista de Estados patrocinadores del terrorismo, aunque, en enero, el presidente George W. Bush no había mencionado al país africano en su célebre discurso sobre los integrantes del "eje del mal".

Al iniciarse el año 2003, en virtud del acuerdo económico sobre indemnizaciones alcanzado entre Libia y los países demandantes, Reino Unido y Francia, el Consejo de Seguridad de la ONU levantó las sanciones de 1992 contra Libia.

Antes de finalizar el 2003, Bush y Tony Blair informaron de un acuerdo con Libia, país que había entregado a expertos de inteligencia del Reino Unido y Washington documentación de los programas no convencionales de armas, así como misiles balísticos con un alcance superior a 300 kilómetros. Funcionarios de ambos países ya habían visitado diversas instalaciones. Era el fruto de muchos meses de conversaciones entre Trípoli y Washington, como reveló el propio Bush.

Gaddafi cumplió sus promesas de desarme. En pocos meses Libia entregó las cinco unidades de misiles Scud-C con un alcance de 800 kilómetros y los cientos de Scud-B, cuyo alcance sobrepasaba los 300 kilómetros en misiles defensivos de corto alcance.

A partir de octubre de 2002 se inició el maratón de visitas a Trípoli: Berlusconi, en octubre de 2002; José María Aznar, en septiembre de 2003; Berlusconi de nuevo en febrero, agosto y octubre de 2004; Blair, en marzo de 2004; el alemán Schröeder, en octubre de ese año; Jacques Chirac, en noviembre de 2004. Todo el mundo feliz. Poderoso caballero es don dinero.

Gaddafi recorrió triunfalmente Europa. Fue recibido en Bruselas en abril de 2004 por Romano Prodi, presidente de la Comisión Europea; en agosto de ese año el líder libio invitó a Bush a visitar su país; Exxon Mobil, Chevron, Texaco y Conoco Philips ultimaban la reanudación de la extracción de crudo a través de joint ventures.

En mayo de 2006, Estados Unidos anunció la retirada de Libia de la lista de países terroristas y el establecimiento de relaciones diplomáticas plenas.

En 2006 y 2007, Francia y Estados Unidos suscribieron acuerdos de cooperación nuclear con fines pacíficos; en mayo de 2007, Blair volvió a visitar a Gaddafi en Sirte. British Petroleum firmó un contrato "enormemente importante" según se declaró para la exploración de yacimientos de gas.

En diciembre de 2007, Gaddafi realizó dos visitas a Francia y firmó contratos de equipamientos militares y civiles por valor de 10 000 millones de euros; y a España, donde se entrevistó con el presidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero. Contratos millonarios se suscribieron con importantes países de la OTAN.

¿Qué es lo que ahora ha originado la retirada precipitada de las embajadas de Estados Unidos y los demás miembros de la OTAN?

Todo resulta sumamente extraño.

George W. Bush, el padre de la estúpida guerra antiterrorista, declaró el 20 de septiembre de 2001 a los cadetes de West Point "Nuestra seguridad requerirá [¼ ] la fuerza militar que ustedes dirigirán, una fuerza que debe estar lista para atacar inmediatamente en cualquier oscuro rincón del mundo. Y nuestra seguridad requerirá que estemos listos para el ataque preventivo cuando sea necesario defender nuestra libertad y [¼ ] nuestras vidas."

"Debemos descubrir células terroristas en 60 países o más [¼ ] Junto a nuestros amigos y aliados, debemos oponernos a la proliferación y afrontar a los regímenes que patrocinan el terrorismo, según requiera cada caso."

¿Qué pensará Obama de ese discurso?

¿Qué sanciones impondrá el Consejo de Seguridad a los que mataron más de un millón de civiles en Irak y a los que todos los días asesinan hombres, mujeres y niños en Afganistán, donde en días recientes la población enardecida se lanzó a las calles a protestar contra la matanza de niños inocentes?

Un despacho de la AFP procedente de Kabul, fechado hoy 9 de marzo, revela que: "El año pasado fue el más letal para los civiles en nueve años de guerra entre los talibanes y las fuerzas internacionales en Afganistán, con casi 2 800 muertos, un 15% más que en 2009, indicó el miércoles un informe de la ONU, que subraya el costo humano del conflicto para la población."

"¼ la insurrección de los talibanes se intensificó y ganó terreno en estos últimos años, con acciones de guerrilla más allá de sus bastiones tradicionales del sur y del este."

"Con 2 777 exactamente, el número de civiles muertos en 2010 aumentó en 15% con respecto a 2009, indica el informe anual conjunto de la Misión de Asistencia de las Naciones Unidas en Afganistán¼ "

"El presidente Barack Obama expresó el 3 de marzo su "profundo pesar" al pueblo afgano por los nueve niños muertos, y también lo hicieron el general estadounidense David Petraeus, comandante en jefe de la ISAF, y el secretario de Defensa, Robert Gates."

"¼ el reporte de la UNAMA destaca que el número de civiles muertos en 2010 es cuatro veces superior a los soldados de las fuerzas internacionales caídos en combate en ese mismo año."

"El año 2010 ha sido, de lejos, el año más mortífero para los soldados extranjeros en nueve años de guerra, con 711 muertos, confirmando que la guerrilla de los talibanes se intensificó pese al envío de 30 000 soldados estadounidenses de refuerzo el año pasado."

Durante 10 días, en Ginebra y en Naciones Unidas, se pronunciaron más de 150 discursos sobre violaciones de los derechos humanos que fueron repetidos millones de veces por televisión, radio, Internet y la prensa escrita.

El Ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Bruno Rodríguez, en su intervención del pasado 1º de marzo de 2011 ante los Ministros de Relaciones Exteriores reunidos en Ginebra, expresó:

"La conciencia humana rechaza la muerte de personas inocentes en cualquier circunstancia y lugar. Cuba comparte plenamente la preocupación mundial por las pérdidas de vidas de civiles en Libia y desea que su pueblo alcance una solución pacífica y soberana a la guerra civil que allí ocurre, sin ninguna injerencia extranjera, y que garantice la integridad de esa nación."

Algunos de los párrafos finales de su intervención fueron lapidarios:

"Si el derecho humano esencial es el derecho a la vida, ¿estará listo el Consejo para suspender la membresía de los Estados que desaten una guerra?"

"¿Suspenderá a los Estados que financien y suministren ayuda militar empleada por el Estado receptor en violaciones masivas, flagrantes y sistemáticas de los derechos humanos y en ataques contra la población civil, como las que ocurren en Palestina?"

"¿Aplicará esa medida contra países poderosos que realicen ejecuciones extrajudiciales en territorio de otros Estados con empleo de alta tecnología, como municiones inteligentes y aviones no tripulados?"

"¿Qué ocurrirá con Estados que acepten en sus territorios cárceles ilegales secretas, faciliten el tránsito de vuelos secretos con personas secuestradas o participen de actos de tortura?"

Compartimos plenamente la valiente posición del líder bolivariano Hugo Chávez y el ALBA.

Estamos contra la guerra interna en Libia, a favor de la paz inmediata y el respeto pleno a la vida y los derechos de todos los ciudadanos, sin intervención extranjera, que solo serviría a la prolongación del conflicto y los intereses de la OTAN.


Fidel Castro Ruz
Marzo 9 de 2011
9 y 35 p.m.

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divendres, 4 de març del 2011

Líbia i l'imperialisme

Líbia i l'imperialisme

Sara-Flounders
 
De totes les lluites que es desenvolupen a l’Àfrica del nord i a l’Orient mitjà actualment, la més incòmoda d’abordar és la que es desenvolupa a Líbia.

Quin és el caràcter de l’oposició al règim de Gaddafi i qui, segons ens informen, controla actualment la ciutat de Benghazi a l’est del país?
És precisament una coincidència que la rebel·lió s’hagi iniciat a Benghazi, situada al nord dels camps petrolers més rics de Líbia i pròxima, al mateix temps, dels seus oleoductes, gasoductes, refineries i el port GNL? Existeix un pla per dividir el país?

Quin és el risc d’una intervenció imperialista, que posaria en perill a la població de tota la regió?

Líbia no és comparable a Egipte. El seu dirigent, Muammar Gaddafi, no ha sigut una marioneta de l’imperialisme com Hosni Mubàrak. Durant molts anys, Gaddafi ha sigut un aliat dels països i  els moviments antiimperialistes. Així que va arribar al poder al 1969, gràcies a un cop d’Estat militar, va nacionalitzar el petroli libi i ha emprat bona part d’aquests diners per a desenvolupar l’economia líbia. Les condicions de vida del seu poble han millorat considerablement.

Per aquesta raó, els imperialistes estaven decidits a destruir Líbia. De fet, al 1986, els Estats Units van llençar atacs aeris sobre Trípoli i Benghazi que van matar 60 persones, entre les quals una filla de Gaddafi –fet que rarament es menciona als mitjans tradicionals-. Estats Units i Nacions Unides van imposar unes sancions devastadores amb l’objectiu d’enfonsar l’economia líbia.

Després de la invasió d’Iraq pels americans, al 2003, i de la destrucció de bona part de Bagdad mitjançant una campanya de bombardeig orgullosament batejat “shock & awe” (shock i terror) pel Pentàgon, Gaddafi va intentar allunyar tota amenaça d’agressió contra Líbia fent importants concessions polítiques i econòmiques als imperialistes. Va obrir l’economia als bancs i a les societats estrangeres, va donar cabuda a les peticions d’”ajustaments estructurals” que venien de l’FMI, privatitzant nombroses empreses de l’Estat i reduint els subsidis estatals a l’alimentació i els carburants.

El poble libi pateix els preus elevats i l’atur que estan a la base de les rebel·lions que han esclatat fora i que són conseqüència de la crisi econòmica capitalista mundial.
No hi ha cap dubte que la lluita per la llibertat política i la justícia econòmica que escombra actualment el món àrab ha trobat el seu eco a Líbia. No es pot dubtar que el descontentament suscitat pel règim de Gaddafi susciti a una part significativa de la població.

De totes maneres, és important que els progressistes sàpiguen que bona part dels personatges dels que occident fa promoció, com a dirigents de l’oposició, són agents de l’imperialisme. El 22 de febrer, la BBC va ensenyar seqüències on es veuen les masses arrencant la bandera verda de la república per substituir-la per la de la monarca tombat (al 1969), el rei Idris que era una titella dels imperialismes americà i britànic.

Els mitjans occidentals centren bona part dels seus reportatges sobre fets suposats, proporcionats pels grups exiliats del Front Nacional per la Protecció de Líbia, format i finançat per la CIA americana. Busqueu a Google introduint el nom del front més Cia i descobrireu centenars de referències.

En una editorial del 23 de febrer, The Wall Street Journal escrivia això: “Els Estats Units i Europa haurien d’ajudar els libis a fer caure el règim de Gaddafi.”. No diuen ni una paraula de les cambres de comissió o dels passadissos de Washington sobre una intervenció destinada a ajudar als pobles de Kuwait, d’Aràbia Saudita o de Bahrain destinada a fer caure els seus dirigents dictatorials. Fins i tot el suposat interès que donen a les lluites de les masses a la regió, el fet seria impensable. Respecte a Egipte i a Tunísia, els imperialistes estiren de tots els fils possibles per retirar les masses dels carrers.

No s’ha parlat en cap moment d’una intervenció americana per ajudar al poble palestí de Gaza quan milers de persones van perdre la vida després del bloqueig, el bombardeig i la invasió per part d’Israel. Va passar exactament el contrari: els Estats Units van intervenir per a impedir la condemna de l’Estat sionista ocupant.

No és difícil veure on hi ha els interessos de l’imperialisme a Líbia. El 22 de febrer, Bloomberg.com deia, sobre això, que sent el tercer país productor de petroli a l’Àfrica, Líbia és, al mateix temps, el país que posseeix les reserves més importants –provades- del continent, amb 44,3 milers de milions de barrils. És un país amb una població relativament poc nombrosa però que gaudeix d’un important potencial de producció de beneficis per a empreses petroleres gegants. Heus aquí com les grans fortunes veuen Líbia i el que sustenta les preocupacions que exposen respecte als drets democràtics del poble libi.

Aconseguir concessions de Gaddafi no és suficient pels barons imperialistes del petroli. Volen un govern del que poder disposar directament i encadenar-lo. Mai no han perdonat a Gaddafi que  acabés amb la monarquia i que nacionalitzés el petroli. Al seu article “reflexions”, Fidel Castro exposa la set de petroli de l’imperialisme i alerta del fet que Estats Units estan posant, actualment ,les bases d’una intervenció militar a Líbia.
Als Estats Units, determinades forces intenten llençar, a nivell de carrer, una campanya de promoció a favor d’una intervenció americana. Hauríem d’oposar-nos-hi i recordar a totes les persones benintencionades els milions de morts i persones desplaçades provocades per la intervenció americana a Iraq i Afganistan.

Els progressistes tenen simpatia pels qui consideren com un moviment popular a Líbia. Nosaltres podem ajudar a aquest moviment, recolzant les seves reivindicacions legitimes i rebutjant tota mena d’intervenció imperialista sota qualsevol disfressa. És el poble libi qui ha de decidir el seu futur.

http://www.michelcollon.info/_Sara-Flounders,6524_.html

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dimarts, 1 de març del 2011

Libia: danza macabra de cinismo

Libia: danza macabra de cinismo
La política de saqueo impuesta por Estados Unidos y sus aliados de la OTAN en el Oriente Medio entró en crisis. Esta se desató inevitablemente con el alto costo de los cereales, cuyos efectos se hacen sentir con más fuerza en los países árabes donde a pesar de sus enormes recursos petroleros, la escasez de agua, las áreas desérticas y la pobreza generalizada del pueblo contrastan con los enormes recursos derivados del petróleo que poseen los sectores privilegiados.
Mientras los precios de los alimentos se triplican, las fortunas inmobiliarias y los tesoros de la minoría aristocrática se elevan a millones de millones de dólares. El mundo arábigo, de cultura y creencia mayoritariamente musulmana, se ha visto humillado adicionalmente por la imposición a sangre y fuego de un Estado que no fue capaz de cumplir las obligaciones elementales que le dieron origen, a partir del orden colonial existente hasta fines de la Segunda Guerra Mundial, en virtud del cual las potencias victoriosas crearon la ONU e impusieron el comercio y la economía mundiales.

Gracias a la traición de Anwar El-Sadat en Camp David el Estado árabe palestino no ha podido existir, pese a los acuerdos de la ONU de noviembre de 1947, e Israel se convirtió en una fuerte potencia nuclear aliada a Estados Unidos y la OTAN.
El Complejo Militar Industrial de Estados Unidos suministró decenas de miles de millones de dólares cada año a Israel y a los propios estados árabes sometidos y humillados por éste.
El genio ha salido de la botella y la OTAN no sabe cómo controlarlo.

Van a tratar de sacarle el máximo provecho a los lamentables sucesos de Libia. Nadie sería capaz de saber en este momento lo que allí está ocurriendo.
Todas las cifras y versiones, hasta las más inverosímiles, han sido divulgadas por el imperio a través de los medios masivos, sembrando el caos y la desinformación.
Es evidente que dentro de Libia se desarrolla una guerra civil.

¿Por qué y cómo se desató la misma? ¿Quiénes pagarán las consecuencias?

La agencia Reuters, haciéndose eco del criterio de un conocido banco de Japón, el Nomura, expresó que el precio del petróleo podría sobrepasar cualquier límite:
«Si Libia y Argelia suspenden la producción petrolera, los precios podrían llegar a un máximo por encima de 220 dólares por barril y la capacidad ociosa de la OPEP sería reducida a 2,1 millones de barriles por día, similar a los niveles vistos durante la guerra del Golfo y cuando los valores tocaron los 147 dólares por barril en el 2008’, aseveró el banco en una nota».

¿Quiénes podrían pagar hoy ese precio? ¿Cuáles serían las consecuencias en medio de la crisis alimentaria?
Los líderes principales de la OTAN están exaltados. El Primer Ministro británico, David Cameron, informó [la agencia de noticias italiana] ANSA, «…admitió en un discurso en Kuwait que los países occidentales se equivocaron en apoyar gobiernos no democráticos en el mundo árabe.» Se le debe felicitar por la franqueza.

Su colega francés Nicolás Sarkozy declaró: «La prolongada represión brutal y sangrienta de la población civil libia es repugnante».
El canciller italiano [neo-facista ndlr] Franco Frattini declaró «creíble’ la cifra de mil muertos en Trípoli […] ‘la cifra trágica será un baño de sangre’».
Hillary Clinton declaró: «…el ‘baño de sangre’ es ‘completamente inaceptable’ y ‘tiene que parar’…»
Ban Ki-moon habló: «Es absolutamente inaceptable el uso de la violencia que hay en el país’».
«…‘el Consejo de Seguridad actuará de acuerdo a lo que decida la comunidad internacional’.»
«Estamos considerando una serie de opciones».

Lo que Ban Ki-moon espera realmente es que Obama diga la última palabra.
El Presidente de Estados Unidos habló en la tarde de este miércoles y expresó que la Secretaria de Estado saldría para Europa a fin de acordar con sus aliados de la OTAN las medidas a tomar. En su cara se apreciaba la oportunidad de lidiar con el senador de la extrema derecha de los republicanos John McCain; el senador pro israelita de Connecticut, Joseph Lieberman y los líderes del Tea Party, para garantizar su postulación por el partido demócrata.

Los medios masivos del imperio han preparado el terreno para actuar. Nada tendría de extraño la intervención militar en Libia, con lo cual, además, garantizaría a Europa los casi dos millones de barriles diarios de petróleo ligero, si antes no ocurren sucesos que pongan fin a la jefatura o la vida de Gaddafi.
De cualquier forma, el papel de Obama es bastante complicado.

¿Cuál será la reacción del mundo árabe y musulmán si la sangre en ese país se derrama en abundancia con esa aventura?
¿Detendrá una intervención de la OTAN en Libia la ola revolucionaria desatada en Egipto?

En Iraq se derramó la sangre inocente de más de un millón de ciudadanos árabes, cuando el país fue invadido con falsos pretextos. ¡Misión cumplida! proclamó George W. Bush.

Nadie en el mundo estará nunca de acuerdo con la muerte de civiles indefensos en Libia o cualquier otra parte. Y me pregunto: ¿aplicarán Estados Unidos y la OTAN ese principio a los civiles indefensos que los aviones sin piloto yankis y los soldados de esa organización matan todos los días en Afganistán y Pakistán?

Es una danza macabra de cinismo.

Fidel Castro Ruz
Febrero 23 de 2011
hora: 7 y 42 p.m.

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dijous, 24 de febrer del 2011

El plan de la OTAN es ocupar Libia

El plan de la OTAN es ocupar Libia

 El petróleo se convirtió en la principal riqueza en manos de las grandes transnacionales yankis; a través de esa fuente de energía dispusieron de un instrumento que acrecentó considerablemente su poder político en el mundo. Fue su principal arma cuando decidieron liquidar fácilmente a la Revolución Cubana tan pronto se promulgaron las primeras leyes justas y soberanas en nuestra Patria: privarla de petróleo.

 

Sobre esa fuente de energía se desarrolló la civilización actual. Venezuela fue la nación de este hemisferio que mayor precio pagó. Estados Unidos se hizo dueño de los enormes yacimientos con que la naturaleza dotó a ese hermano país.

Al finalizar la última Guerra Mundial comenzó a extraer de los yacimientos de Irán, así como de los de Arabia Saudita, Iraq y los países árabes situados alrededor de ellos, mayores cantidades de petróleo. Estos pasaron a ser los principales suministradores. El consumo mundial se elevó progresivamente a la fabulosa cifra de aproximadamente 80 millones de barriles diarios, incluidos los que se extraen en el territorio de Estados Unidos, a los que ulteriormente se sumaron el gas, la energía hidráulica y la nuclear. Hasta inicios del siglo XX el carbón había sido la fuente fundamental de energía que hizo posible el desarrollo industrial, antes de que se produjeran miles de millones de automóviles y motores consumidores de combustible líquido.

El derroche del petróleo y el gas está asociado a una de las mayores tragedias, no resuelta en absoluto, que sufre la humanidad: el cambio climático.

Cuando nuestra Revolución surgió, Argelia, Libia y Egipto no eran todavía productores de petróleo, y gran parte de las cuantiosas reservas de Arabia Saudita, Iraq, Irán y los Emiratos Árabes Unidos estaban por descubrirse.

En diciembre  de 1951, Libia se convierte en el primer país africano en alcanzar su independencia después de la Segunda Guerra Mundial, en la que su territorio fue escenario de importantes combates entre tropas alemanas y del Reino Unido, que dieron fama a los generales  Erwin Rommel y Bernard L. Montgomery.
El 95 % de su territorio es totalmente desértico. La tecnología permitió descubrir importantes yacimientos de petróleo ligero de excelente calidad que hoy alcanzan  un millón 800 mil barriles diarios y abundantes depósitos de gas natural. Tal riqueza le permitió alcanzar una perspectiva de vida que alcanza casi los 75 años, y el más alto ingreso per cápita de África. Su riguroso desierto está ubicado sobre un enorme lago de agua fósil, equivalente a más de tres veces la superficie de Cuba, lo cual le ha hecho posible construir una amplia red de conductoras de agua dulce que se extiende por todo el país.

Libia, que tenía un millón de habitantes al alcanzar su independencia, cuenta hoy con algo más de 6 millones.
La Revolución Libia tuvo lugar en el mes de septiembre del año 1969. Su principal dirigente fue Muammar al-Gaddafi, militar de origen beduino, quien en su más temprana juventud se inspiró en las ideas del líder egipcio Gamal Abdel Nasser. Sin duda que muchas de sus decisiones están asociadas a los cambios que se produjeron cuando, al igual que en Egipto, una monarquía débil y corrupta fue derrocada en Libia.

Los habitantes de ese país tienen milenarias tradiciones guerreras. Se dice que los antiguos libios formaron parte del ejército de Aníbal cuando estuvo a punto de liquidar a la Antigua Roma con la fuerza que cruzó los Alpes.
Se podrá estar o no de acuerdo con el Gaddafi. El mundo ha sido invadido con todo tipo de noticias, empleando especialmente los medios masivos de información. Habrá que esperar el tiempo necesario para conocer con rigor cuánto hay de verdad o mentira, o una mezcla de hechos de todo tipo que, en medio del caos, se produjeron en Libia. Lo que para mí es absolutamente evidente es que al Gobierno de Estados Unidos no le preocupa en absoluto la paz en Libia, y no vacilará en dar a la OTAN la orden de invadir ese rico país, tal vez en cuestión de horas o muy breves días.
Los que con pérfidas intenciones inventaron la mentira de que Gaddafi se dirigía a Venezuela, igual que lo hicieron en la tarde de ayer domingo 20 de febrero, recibieron hoy una digna respuesta del Ministro de Relaciones Exteriores de Venezuela, Nicolás Maduro, cuando expresó textualmente que hacía “votos porque el pueblo libio encuentre, en ejercicio de su soberanía, una solución pacífica a sus dificultades, que preserve la integridad del pueblo y la nación Libia, sin la injerencia del imperialismo…”
Por mi parte, no imagino al dirigente libio abandonando el país, eludiendo las responsabilidades que se le imputan, sean o no falsas en parte o en su totalidad.
Una persona honesta estará siempre contra cualquier injusticia que se cometa con cualquier pueblo del mundo, y la peor de ellas, en este instante, sería guardar silencio ante el crimen que la OTAN se prepara a cometer contra el pueblo libio.
A la jefatura de esa organización belicista le urge hacerlo. ¡Hay que denunciarlo!

Fidel Castro Ruz
Febrero  21 de 2011


Canciller cubano pide una “solución pacífica” sin injerencia en Libia

El canciller cubano, Bruno Rodríguez, pidió hoy en Bruselas una “pronta solución pacífica” sin injerencia extranjera a la crisis de Libia, y advirtió de que la crisis puede causar “graves errores” internacionales e internos en ese país.
“Deseamos que el pueblo libio logre una pronta solución pacífica y soberana a la situación allí creada, sin ningún tipo de injerencia ni intervención extranjera, que garantice la integridad de la nación libia”, afirmó Rodríguez en una declaración leída tras reunirse con la alta representante de la UE, Catherine Ashton.

El canciller cubano señaló que las noticias que se están divulgado procedentes de Libia son “no pocas veces contradictorias”, y dijo que algunos políticos y medios de prensa de EEUU “están induciendo a la violencia, a la agresión militar y a la intervención extranjera”.
Rodríguez dijo que “los sentimientos están muy exaltados en todas partes y yo temo que lleven a graves errores en el plano internacional o interno” e indicó que Cuba sigue “con suma atención los acontecimientos de orden interno que ocurren en Libia y su repercusión internacional”.

En una de sus recientes “Reflexiones”, el líder de la Revolución Fidel Castro aseguró en su artículo que no imaginaba al líder libio Muamar el Gadafi “abandonando” su país, y señaló que el Gobierno de Estados Unidos no vacilará en ordenar a la OTAN una invasión a Libia.

El expresidente cubano afirmó que “se podrá estar o no de acuerdo con Gadafi” pero “habrá que esperar el tiempo necesario para conocer con rigor cuánto hay de verdad o mentira o una mezcla de hechos de todo tipo” sobre lo que está sucediendo en Libia.

(Con información de EFE)

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dimecres, 16 de febrer del 2011

Bienvenida compañera Aleida Guevara

Esta noche en el Ateneu Roig , a las 21.30 , celebraremos una cena-coloquio, con la compañera Aleida Guevara March , organizada por la Cel.lula de Solidaritat Internacionalista " Che Guevara " del PCC , un encuentro de confraternización entre comunistas cubanos y catalanes.
La cel.lula Che Guevara, se constituyó en 2007, en el 40ª Aniversario del asesinato de Comandante Ernesto Che Guevara e hizo su presentación, durante la Festa de Avant de ese año, siendo la persona invitada la compañera Aleida Guevara, que nos honró con su presencia.



¡¡ HASTA LA VICTORIA SIEMPRE !!

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