Avís important

L’1 de novembre de 2014, el Partit dels i les Comunistes de Catalunya va acordar la seva dissolució com a partit polític i la cessió de tot el seu capital humà, polític i material a una nova organització unitària: Comunistes de Catalunya.

Com a conseqüència d'aquest fet, aquesta pàgina web ja no s'actualitza. Podeu seguir l'activitat dels i les comunistes a la pàgina web de Comunistes.cat.


divendres, 25 de setembre del 2009


dimecres, 23 de setembre del 2009

Golpistas hondureños arrestan a cientos de personas











FRENTE NACIONAL CONTRA EL GOLPE DE ESTADO

Lineas de Acción para el martes 22 y miercoles 23


La condución del Frente Nacional contra el Golpe de Estado, comunica a los compañeros y compañeras de la Resistencia Nacional:

1. Les invitamos a que realicen manifestaciones de repudio a los golpistas y apoyo al retrMel en sus comunidades, aldeas, pueblos, barrios y colonias, cerca en lo posible de sus casas, para evitar ser reprimidos y apresados.

2. A los manifestantes del interior del país que lograron pasar los retenes militares y llegar hasta Tegucigalpa, les pedimos que se concentren en el SITRAUNAH, en primer portón de entrada detrás de la editorial de la UNAH.

3. A los manifestantes que se alistaban para venir a Tegucigalpa y a quienes se encuentran retenidos en las carreteras, les pedimos que pospongan su viaje para mañana temprano.

4. A toda a resistencia se les convoca a una manifestación pacífica mañana miércoles 23 a las 8.00 a.m. frente a la Universidad Pedagógica Fco Morazán.


Tegucigalpa, martes 22 de septiembre de 2009, 11:00 am

¡Morazán está en las calles!



FRENTE NACIONAL CONTRA EL GOLPE DE ESTADO


A la comunidad nacional e internacional denunciamos que a primeras horas de la mañana un fuerte contigente de policías y militares arremetieron violentamente contra la manifestación pacífica que se realizaba en las inmediaciones de la embajada de Brasil para saludar el regreso del presidente legítimo Manuel Zelaya Rosales.

Los cuerpos represivos hicieron uso de armas de fuego, bombas lacrimógenas, gas pimienta y balas de goma, contra las personas que se encontraban en el lugar, algunas de las cuales todavía dormían. Hay heridos de bala y golpeados de gravedad en el Hospital Escuela. Se desconoce el número exacto de detenidos.

Condenamos estos hechos de barbarie que se hacen al amparo de un estado de sitio que viola derechos humanos fundamentales.

A las organizaciones de derechos humanos y los pueblos y gobiernos de mundo, llamamos a sumarse al repudio contra las acciones brutales del régimen de facto instalado por la oligarquía hondureña.

Al pueblo hondureño lo instamos a mantenerse atento a las nuevas instrucciones que emanen de la conducción de la Resistencia.

¡Morazán está en las calles!

Tegucigalpa. 22 de septiembre de 2009.

Golpistas hondureños arrestan a cientos de personas

22 Septiembre 2009

El régimen de facto hondureño arrestó hoy a cientos de personas y las recluyó en estadios capitalinos, tras desalojar a manifestantes de los alrededores de la embajada de Brasil, donde se encuentra el presidente Manuel Zelaya.

Hay por lo menos 300 detenidos dentro de un complejo deportivo y en el parque de pelota Lempira Reina , dijo el dirigente de Vía Campesina, Rafael Alegría.

Un comunicado del Frente Nacional contra el Golpe de Estado denunció que los arrestados han sido golpeados, torturados y algunos fueron colocados boca abajo.

El Frente, que agrupa a decenas de organizaciones populares, condenó estas violaciones de los derechos humanos y responsabilizó al régimen de facto con la vida de los detenidos.

“Nunca pensé que iba a ver los niveles increíbles de represión como la que está en curso en el país”, declaró, por su parte, la vicecanciller del gobierno constitucional, Beatriz del Valle.

Denunció del Valle que, al igual que en la época de Pinochet, el régimen de Roberto Micheletti está convirtiendo los estadios en campos de concentración.

A pesar de la represión y del despliegue militar y policial en las carreteras, miles de manifestantes marcharán hacia la capital para apoyar el retorno a la institucionalidad y exigir la salida del poder de los golpistas.



PCV rechaza bloqueo estadounidense en el retorno de Zelaya

Caracas, 22 Sep. ABN. El partido Comunista de Venezuela (PCV) rechaza la intervención de los Estados Unidos para bloquear el retorno de Manuel Zelaya al poder, según expresó el secretario de Relaciones Internacionales de esta organización política y vicepresidente del Parlamento Latinoamericano, Carolus Wimmer.

A través de un comunicado de prensa, Wimmer, insistió en que los Estados Unidos intenta reflotar a Oscar Arias como mediador, con el fin de seguir la estrategia de darle largas al asunto hasta que llegue la fecha de culminación del mandato de Zelaya “para después decir que no hay nada que hacer”.

“Estados Unidos propuso desde el principio al presidente de Costa Rica, Oscar Arias, porque la estrategia estaba clara que consistía en distraer la situación del tema central, que debe ser el retorno inmediato de Zelaya al poder, y de esta manera sacarse de encima un gobierno progresista en Centroamérica, que era desde el principio su plan orignal”, agregó Wimmer.

Dijo que la estrategia estaba develada cuando reconocieron a los golpistas como mediadores y aceptaron sus condiciones, por lo que “si el retorno se daba se iba a ser con un Zelaya atado de pies y manos, para garantizar, de alguna manera, los intereses de los Estados Unidos y de la derecha en Honduras”.

Wimmer rechazó, a nombre el PCV, la brutal represión a que es sometido en estos momentos el pueblo hondureño, y exigió respeto a la vida de cientos de miles de personas que piden en la calle el retorno de Zelaya y el acatamiento de las decisiones democráticas, tomadas a través de las urnas electorales.

El dirigente comunista señaló que este aumento desproporcionado de la represión en Honduras dibuja la desesperación del golpista Micheletti “porque sabe que tiene contado el tiempo con Zelaya en territorio Hondureño”.

Resaltó la maduración ideológica y política que ha alcanzado el pueblo hondureño, reflejada en “la organización y resistencia, lo que garantizaría los planes de integración, el Alba, la constituyente y los logros alcanzados, una vez que Zelaya retorne al poder”.

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dimecres, 16 de setembre del 2009

América Latina: No se trata de un proceso lineal. Entrevista a Roberto Regalado




América Latina: No se trata de un proceso lineal

Entrevista a Roberto Regalado
(del Departamento de Analisis del Comité Central del Partido Comunista
de Cuba. autor de varios libros sobre la izquierda latinoamericana) Fundador del Foro de Sao Paulo y editor de la revista Contexto Latinoamericano.

Por Osvaldo León

"Soy editor de un proyecto editorial que se llama Contexto Latinoamericano,
que empezó como una revista trimestral de análisis político y que ahora
publica también folletos y libros sobre lo que está pasando en el contexto
latinoamericano desde un análisis de la izquierda latinoamericana actual".
Se trata de Roberto Regalado, jefe de la Sección de Análisis del Área de
América, del Departamento de Relaciones Internacionales del Partido
Comunista de Cuba, quien es uno de los fundadores del Foro de Sao Paulo que
agrupa a un amplio abanico de colectividades políticas de izquierda. A su
juicio, "un espacio bastante importante para seguir lo que está pasando en
Latinoamérica". Precisamente, en 2008, publicó el libro "Encuentros y
desencuentros de la izquierda latinoamericana: una mirada desde el Foro de
Sao Paulo". A finales del pasado mes de Abril, en diálogo con ALAI, esto fue
lo que nos dijo Regalado.

- En tu lectura del proceso socio-político latinoamericano, ¿cuáles son los
rasgos, los hitos clave para poder descifrar una realidad cargada de
sorpresas y de hechos inéditos?

Yo creo que entre 1989 y 1992 se cierra una etapa histórica que, a nivel
mundial, la abre el triunfo de la revolución de octubre de 1917 y se
fortalece con la Segunda Guerra Mundial, cuyos hitos son la Unión Soviética,
el campo socialista, avances importantes en el movimiento de la
descolonización, el triunfo de la revolución China, Vietnam, Corea, Cuba. Y
en el caso América Latina, se cierra una etapa histórica que se abre con el
triunfo de la Revolución Cubana en el año 59 y que está caracterizada por un
auge de diversas formas de lucha. Hay un auge de la lucha armada, que
básicamente se da en momentos inmediatamente después de la Revolución
Cubana. Luego, hay un segundo momento de auge de la lucha armada a finales
de la década del 60, que es el momento en que cae el Che en Bolivia.

Después, hay flujo y reflujo hasta finales de los 70, cuando se produce el
triunfo de la Revolución Sandinista, el auge de la lucha armada en El
Salvador y en menor medida en Guatemala. Fue una época en la que también
hubo los procesos militares progresistas encabezados por Velasco Alvarado,
por Omar Torrijos, Juan José Torres en Bolivia. Estuvo el triunfo del
gobierno de la Unidad Popular en Chile, encabezado por el presidente
Allende. O sea, hubo diversas formas de lucha.

Toda vez, en esencia se registra un paradigma muy similar al del triunfo de
la Revolución Cubana. Es decir, una ruptura violenta del status quo y el
establecimiento de un poder revolucionario: se da un triunfo, rompe con el
sistema de dominación y viene una larga y dura etapa de consolidación del
poder revolucionario en condiciones de bloqueo y aislamiento; agresión que
presupuso en el caso de Cuba una ayuda sustancial de parte de la Unión
Soviética hasta que Cuba pudo mantenerse por su propia cuenta. Cae la Unión
Soviética y, sin embargo, Cuba sigue. En el caso de la Revolución Sandinista
presupuso también una ayuda importante por parte de la Unión Soviética,
lamentablemente, ya era otro momento, y no con la magnitud que había
recibido Cuba.

Al caerse la Unión Soviética, nos quedamos sin el apoyo de ese elemento
fundamental de apoyo externo. Por ejemplo, en El Salvador quizá se hubiese
podido forzar las cosas y llegar a una derrota militar del ejército
salvadoreño. Sin embargo, yo no estoy seguro de que habría podido sobrevivir
a posteriori. Por lo tanto, como decía Schafik, se impone plantearnos nuevas
formas de lucha sin perder los objetivos revolucionarios.

Entonces, esa etapa de luchas abiertas, como la Revolución Cubana, se cierra
entre finales del 89 y principios de los 92. O sea, tomo en cuenta la
invasión de Estados Unidos a Panamá en diciembre del 89; tomo en cuenta la
"derrota electoral" de la revolución popular sandinista en febrero del
90 -pongo entre comillas porque se consumó en las urnas lo que en realidad
fue el resultado de una guerra de agresión que duraba ya 10 años-; tomo en
cuenta la desmovilización de importantes movimientos guerrilleros
colombianos, en particular el M19 y otros más, que se producen entre 1990 y
1991; y tomo en cuenta la firma de los Acuerdos de Chapultepec que pone fin
al conflicto armado en el caso del Salvador.

Creo que ya ese es el momento decisivo o el acontecimiento decisivo que
marca el cierre de época, precisamente, porque era un movimiento
revolucionario armado que en aquel momento tenía mayor capacidad combativa,
una mayor eficiencia, que estaba en el clímax, en el apogeo de la lucha
armada. Un movimiento que está desarrollando una guerra exitosa, desde el
punto de vista revolucionario y, de pronto, la cambia el escenario
internacional. Entonces, por razones que no necesariamente tienen que ver
con el enfrentamiento armado dentro de las fronteras salvadoreñas, se ve
obligado a entrar en un proceso de negociación.

Se trata de un hecho emblemático porque es el movimiento armado -no el
primero ni el único que entra en un proceso de negociación- que al cambiar
la forma de lucha armada por la forma de lucha política lo hace con mayor
eficiencia, es el que tiene mayor acumulado desde el punto de vista político
militar y cuando pasa por la mesa de negociación, sale con un mayor
acumulado desde el punto de vista político, movilizativo e institucional.
Después se dan, por supuesto, los Acuerdos de Nueva York que ponen fin al
conflicto guatemalteco en 1996, donde el imperialismo norteamericano tuvo
que presionar a la oligarquía guatemalteca y al ejército para que llenaran
ese expediente.

- En ese entonces se decía: cuando teníamos las respuestas, nos cambiaron
las preguntas. Y ahora resulta que el mapa político latinoamericano cada vez
más se inclina a la izquierda. ¿Cuál es tu interpretación?

Creo que hay cuatro elementos, tres positivos y uno negativo. El primer
término, el acumulado de lucha que el movimiento revolucionario traía de
todo el siglo XX y, en particular, de este período 1959 - 1989. Si no
hubiese habido un Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional con un
tremendo historial de guerras revolucionarias y bravas desde 1980 a 1992, no
habría hoy un FMLN con posibilidades de elegir a un candidato presidencial.
Eso es un acumulado que se trae. Es decir, no se alcanzaron todas las metas
que el FMLN se planteó, la toma de poder, la conquista de poder, el
establecimiento de un poder revolucionario, pero hay un acumulado y ese
acumulado no se puede desconocer. Si no hubiese habido ese largo período de
lucha y ese intenso período de lucha que se da entre 1959 y 1989, no habría
hoy gobiernos de izquierda en toda América Latina, y en el caso particular
de Centro América, si no hubiese habido una revolución popular sandinista en
el año 79, no habría hoy espacios para que el Frente Sandinista de
Liberación Nacional pudiera competir, en este caso, ganar el gobierno. Si no
hubiese habido una lucha armada en el Salvador, de la manera en que la hubo,
no hubiese hoy un gobierno del FMLN.

Un segundo elemento, el rechazo mundial y, por supuesto, regional a los
crímenes tan brutales que cometieron las dictaduras militares de Seguridad
Nacional. Lo que hace que provoque un rechazo que, por lo menos hoy, sería
impensable volver a aquello. No se descarta la posibilidad de un golpe de
estado reaccionario; se intentó en Venezuela contra el presidente Hugo
Chávez, pero ya el esquema no es el mismo. En todo caso, el esquema sería:
dar el golpe de Estado e inmediatamente buscar algún tipo de fachada civil e
inmediatamente buscar algún tipo de "constitucionalidad democrática", entre
comillas. Es decir, no sería una dictadura militar que se instala, y que va
a mantenerse en el gobierno. No se haría ya aquellas dictaduras que duraban
10, 15, 20 años. Es decir, el período de las dictaduras de Seguridad
Nacional, si empezamos a contar desde el golpe de Estado en Brasil contra
João Goulart en el 64 hasta el 89, cuando termina la de Pinochet, duró 25
años. Ese tipo de dictaduras ya serían impensables. Podría haber un golpe de
Estado pero tratarían siempre de darle algún tipo de civilidad, etc. etc.

Tercer elemento: la movilización popular en la lucha contra el
neoliberalismo, que aunque ha habido y sigue habiendo problemas, a veces
desencuentros, entre movimientos sociales y partidos políticos de izquierda,
aunque ha habido mucha tensión entre la lucha social y la lucha política de
izquierda, finalmente, hay puntos de encuentro muy importantes. Es decir, no
se podría explicar la victoria de Evo Morales sin una decisiva participación
política de los movimientos sociales bolivianos. No se podría explicar la
victoria del mismo Chávez sin una decisiva participación política de los
sectores populares, aunque ahí el grado de organización es menor.

En este sentido, creo que la participación del sujeto social más oprimido en
la política, en el respaldo a los candidatos, también es importante. Me
gusta mucho citar a Samuel Huntington, el ideólogo de las teorías de la
gobernabilidad, que en el año 1975 escribió el Informe de la Comisión
Trilateral. Huntington dice que una de las características inherentes a la
democracia, burguesa por supuesto, es que una franja de la población no
participa, señalando que para que funcione el sistema democrático tiene que
haber una cantidad x de individuos, de personas, que no participe, que no
esté interesada o en condiciones de ejercer sus derechos democráticos. Y lo
que ha pasado en América Latina, creo que es un punto de no retorno, es que
aquella gente que Huntington, por definición, excluía de la participación en
el sistema democrático, está participando: los indios están votando, las
mujeres están votando, los afrodescendientes están votando, toda esa gente
está votando.

Y el cuarto elemento, el de carácter negativo, cerrada esta etapa histórica,
es el que le apuesta a un nuevo sistema de dominación. Este nuevo sistema es
transnacional y lo que busca es imponer al estado nacional latinoamericano
una camisa de fuerza de la cual no se va a poder mover. Entonces, aunque
consideren que lo óptimo es que gobierne la gente de la derecha, apuntan a
que si llegase al gobierno alguna fuerza progresista, tenga puesta esa
camisa de fuerza y no pueda moverse.

El chileno Hugo Zemelman señala que cuando Salvador Allende gana en Chile
había un esquema, un modelo, demócrata-cristiano en el gobierno, lo derrota
e implanta un gobierno socialista democrático, un gobierno social-demócrata.
El cambio de figura, de partido, de presidente, implica un cambio de modelo.
Lo que ha hecho el capitalismo es que ha puesto un modelo neoliberal,
entonces, dice, bueno, hay alternancia dentro del modelo. Es decir, puede
cambiar el partido, puede cambiar el dirigente, puede cambiar el presidente,
pero sigue siendo un modelo neoliberal.

- De esta ecuación, ¿hay algún factor que haya prevalecido?

No hay una explicación única de porqué hoy hay gobiernos de izquierda. No se
puede ver como resultado solo de factores positivos ni solo de factores
negativos. Ambas visiones son extremas. Y si uno dice no, todo es positivo,
bueno, entonces, quiere decir que la izquierda ya llegó al poder, no hay que
hacer más nada, no hay que plantearse otras transformaciones. Si uno lo ve
todo negativo, entonces estaría diciendo no se puede hacer más nada.

Si tomamos como punto de partida la elección mexicana de julio 1988, cuando
le robaron el triunfo a Cárdenas, tenemos que decir que hay un primer
momento, entre 1988 a 1998, en que los triunfos electorales de la izquierda
se dan en los ámbitos locales y en las legislaturas nacionales pero ningún
candidato presidencial triunfa. Incluso, fueron derrotados. Cárdenas fue
derrotado tres veces, Lula fue derrotó tres veces, en Uruguay hubo tres
derrotas, una de Seregni y dos de Tabaré durante 10 años. La primera
victoria electoral de un candidato electoral de izquierda en esta época es
la de Chávez.

Ahora, ¿cómo aprecio eso? Yo creo que, durante esos primeros 10 años, 88 a
98, aunque ya había un rechazo popular importante contra la reestructuración
neoliberal, todavía ellos tenían la capacidad de infundir miedo. Esto es, si
no reeligen a Menem, entonces la paridad del peso argentino con el dólar se
desmorona, ustedes tienen deudas en dólares y no las van a poder pagar. O
sea, había una capacidad de infundirle miedo al ciudadano. Había una
capacidad de decir que si no se seguía con esos mismos gobernantes, con esas
mismas políticas, iba a ser un gran acabose. Eso lo mantuvieron durante unos
cuantos años. No es casual que el primer triunfo de un candidato de
izquierda sea en Venezuela y haya sido el de Chávez. Porque ahí hubo un
desmoronamiento institucional total, el miedo no funcionó. Intentaron para
que Chávez no ganara, pero nada funcionó. Luego viene la historia de Lula,
etc., etc.

Sería difícil decir cuántos gobiernos de izquierda hay, porque cada cual
tiene una apreciación distinta de qué cosa es ser de izquierda. Yo puedo
decir que hoy hay en el gobierno, ya bien como fuerza principal o como
fuerza secundaria, o sea como fuerza dentro de la coalición del gobierno,
miembros del Foro de Sao Paulo en 15 países. ¿Es de izquierda el gobierno de
Chile? Yo creo que no, pero es miembro del Foro de Sao Paulo y por lo tanto
está dentro de esta lista, y ese es el otro problema.

La idea que yo tengo es que en América Latina está sucediendo hoy algo
parecido, en un sentido y diferente en otro, a lo que sucedió en Europa a
postrimerías del siglo XIX y del XX. Es decir, la sustitución de las formas
violentas de implantación en las que nace el capitalismo, por la
implantación de la hegemonía. Ahora, hay grandes diferencias con Europa
porque allí esa sustitución de la dominación por la hegemonía fue la idea,
metamorfoseada, caricaturizada, lo que quieras, pero las ideas de la
revolución francesa; mientras que las ideas que presiden la hegemonía en
América Latina hoy es el neoliberalismo. Hay una gran diferencia entre el
liberalismo político emanado de la revolución francesa y lo que hoy es el
neoliberalismo. Otra diferencia es que en Europa eran potencias
imperialistas, potencias capitalistas que se estaban beneficiando de la
explotación de lo que hoy es el Sur, el Tercer Mundo, del llamado mundo
colonial, semicolonial y, por lo tanto, eran potencias con un extraordinario
desarrollo político, económico y social, basado en el desarrollo tecnológico
y basado en la explotación del Tercer Mundo. En el caso de América Latina
estamos hablando de naciones subdesarrolladas. Es decir, que es un proceso
mucho más complejo que lo que ocurrió en Europa.

Entonces la gran pregunta que yo hago, es: ¿cuánto de sujeción a la
hegemonía neoliberal y cuánto de construcción de contrahegemonía popular hay
en cada proceso latinoamericano actual donde hay un gobierno de izquierda?
Yo no creo que hay una respuesta única, no creo que hay una cosa
químicamente pura. Porque hay compañeros que se ponen a analizar las
políticas del gobierno boliviano y ven signos de neoliberalismo. Hay
compañeros que se ponen a analizar las políticas del gobierno de Chávez en
Venezuela y ven signos de neoliberalismo.

El capitalismo neoliberal es el capitalismo real de nuestros días. Y no
puede haber otro, tiene que ser capitalismo neoliberal. No responde a la
gente, responde a un grado de envejecimiento, de agotamiento del sistema
capitalista de producción que obliga a la concentración extrema de la
riqueza, a la masificación extrema de la pobreza, de la marginalidad, de la
exclusión. Entonces, bueno, puedes llegar a ser un gobierno progresista
latinoamericano y puedes llegar a contener bastante, contener en la medida
de lo posible, ese tipo de tendencias, no las puedes eliminar, tiene que
haber rastros de neoliberalismo porque no lo pueden evitar, aunque sea un
gobierno de izquierda.

¿Cuánto se opone el gobierno al neoliberalismo?, ¿cuánto se opone a la
hegemonía neoliberal?, ¿en qué medida está construyendo contrahegemonía
popular? Bueno, yo no tengo la respuesta, pero esa es un poco la situación.

- La caracterización que haces de Venezuela, respecto a la de crisis
institucional también se podría aplicar a Ecuador y Bolivia, y en cierta
medida a Paraguay.

Veamos. En el caso de Venezuela hubo un desmoronamiento institucional. No
pudieron evitar que Chávez ganara y no pudieron evitar que Chávez hiciera
todo lo que consideró necesario hacer, por lo menos en un período de 4, 5
años durante el cual transformó la Constitución, transformó las leyes,
aplicó programas sociales, etc., y la oposición tardó en reorganizarse,
reestructurarse, ya no como oposición política sino bajo todos los
mecanismos que hoy conocemos, sobre todo con los medios de comunicación. Por
eso, yo hablo de un desmoronamiento institucional en ese caso.

En el caso de Bolivia yo hablaría de un debilitamiento, no tanto un
desmoronamiento. Y la diferencia está en que Evo no tuvo ese período de
gracia que tuvo Chávez. Es decir, desde el momento en que Evo es electo, ya
hay una derecha organizada, no a través de los partidos políticos que
estaban muy desprestigiados, pero en este caso a través de los movimientos
ciudadanos, la oligarquía disfrazada de autonomista, secesionista, etc. Hay
una diferencia cualitativa que, por ejemplo, se puede ver en la facilidad
relativa con la que Chávez hizo su proceso constitucional, en comparación
con la dificultad que encontró Evo para desarrollar el suyo.

Pero a la vez, hay otros casos donde no ha sido un desmoronamiento, o un
debilitamiento institucional, sino que sencillamente ha sido el acumulado de
luchas. Es decir, no hay un desmoronamiento institucional, sino que al
contrario la izquierda es electa para evitar que haya una crisis. Cuando a
Lula lo eligen, lo que se estaba intentando evitar era que pase en Brasil lo
que había pasado en Argentina, elijen a la izquierda para evitar que llegue
la crisis. Y, aquí, es a la inversa, hay una construcción política de muchos
años, el Partido de los Trabajadores se había formado en 1980, el Frente
Amplio se había fundado en 1971, entonces aquí tenemos lo contrario. O sea,
en un caso, crisis institucional sin fuerza política bien estructurada, bien
consolidada, y, en el otro caso, no hay crisis institucional y hay una
fuerza política.

- En el primer caso, ¿cuenta a que se den liderazgos fuertes?

Sí. Hay una figura que es la que convoca y eso tiene un papel
importantísimo, un papel decisivo en el éxito. Se vota a favor de esa
figura. Y, bueno, yo digo, lo que no se ha logrado, porque no es fácil, es
la construcción política que permita la construcción a largo plazo y una
actuación homogénea o, por lo menos, sino homogénea, una actuación
coherente. Es decir, un gabinete que ya tiene heterogeneidad, más una
legislatura que tiene otra, una constituyente que tiene otra heterogeneidad,
la figura sí es muy emblemática, pero la actuación es muchas veces muy
incoherente. Si tienes un ministro diciendo una cosa, otro ministro diciendo
otra. Entonces, ahí entra la complejidad. Si a eso le agregamos. salvo en
Cuba, el único lugar donde la clase derrotada agarró sus maletas y nos dejó
el país. Es una suerte extraordinaria. Es decir, los tipos agarraron,
hicieron sus maletas, se fueron a Miami porque pensaron que volvían en tres
meses. Eso nos dio la posibilidad de hacer lo que nosotros entendimos que
había que hacer, sin mayores dificultades. Pero nadie más ha tenido esa
suerte. La burguesía está ahí adentro, la oligarquía está ahí adentro, el
ejército viejo está ahí adentro, para que no haya la posibilidad de que el
movimiento popular y que las fuerzas de izquierda actúen sin contrapeso, sin
enfrentamiento.

Pero no hay que perder de vista que todo este proceso es muy joven, un
proceso que la vida misma lo va guiando. Yo recuerdo que hace apenas unos
años lo político y lo social eran ámbitos que prácticamente se repelían,
eran dos polos opuestos. El movimiento social era el anatema del partido
político de izquierda y era el que venía y le decía: no estás cumpliendo con
tu deber, no estas cumpliendo con tu promesa. De ahí las invocaciones a la
unidad entre lo social y lo político, donde uno no suplante al otro ni trate
de dominarlo, sino que cada uno cumpla la función que debe cumplir y que se
retroalimenten entre sí. Y es la propia vida que ha ido empujando a esa
articulación, que es lo que expresa sobre todo el triunfo de Evo.

- ¿Consideras que ya hay mayor claridad y la voluntad política para avanzar
en esa perspectiva?

La relación es compleja, pero a la larga cuando, por ejemplo, los
movimientos populares brasileños tienen que optar entre Lula o Serra, por
decir alguien, bueno, tienen que votar por Lula, independientemente que
pueda haber un cuestionamiento a que las políticas del gobierno de Lula no
llegan tan lejos como ellos desearían. Lo mismo ocurre en el caso de
Uruguay, donde hay una articulación bastante grande entre el Frente Amplio y
el movimiento sindical, independientemente que haya sus complejidades.

Yo si sigo pensando que falta algo. Yo no sé cómo, ni la nueva forma que
tomará. Pero esa cosa que antes llamábamos poder político, era la capacidad
de realmente actuar en función de cumplir con los objetivos estratégicos y
tácticos también. Es decir, satisfacer el programa histórico de la
izquierda, eso falta. Si no es la conquista de poder, si es la construcción,
todo está muy bien, pero yo creo que falta eso. Estamos en un nuevo momento,
no podemos mirar para atrás. Yo no estoy mirando nostálgicamente a la época
de las guerrillas donde todo era supuestamente más fácil, se conquistaba el
poder y se podía hacer, supuestamente, lo que quisiéramos. Yo sé que ahora
hay que mirar hacia adelante, pero me sigue faltando el elemento del poder.
Es decir, tenemos que ir a elecciones cada 4, cada 5, cada 6 años, depende
el país, y la oposición no es una oposición que pudiéramos decir de una
corriente popular, que puede tener otro punto de vista con respecto a la
industrialización, a la agricultura o a la ecología. No, la oposición es
neoliberal con todo el apoyo del imperialismo a las clases dominantes, de
ese ejército que sigue agazapado ahí. Y si perdemos la elección, va a venir
el neoliberalismo a arrasarnos a rajatabla.

Segundo elemento, en casos como Brasil o el mismo Uruguay, en sentido
general, incluso si definimos a un bloque progresista, bueno, no es solo él
el que gobierna, tiene que establecer determinadas alianzas que no son de
izquierda, que son de centro, que son, incluso, de sectores de derecha
porque en determinadas circunstancias se ven obligados. Ya tenemos un
segundo problema. Hay que ganarle a la derecha. Hay alianzas con sectores
que no son de izquierda. Y el tercer momento está la heterogeneidad del
mismo bloque de izquierda donde hay gente que considera que hay que entrarle
de frente y derrotar al neoliberalismo y hay sectores que, lamentablemente,
de hecho, están de acuerdo y ejecutan las propias políticas neoliberales, y
lo hacen a conciencia. Y todo esto adquiere más dramatismo y más sentido de
urgencia en este momento, porque hay una crisis.

- Claro, lo que altera los términos del debate.

Al punto que si vemos las actividades contempladas por el Foro de Sao Paulo
hasta su próximo encuentro, que será en México, del 20 al 23 de agosto,
todas se refieren a la crisis y la actitud que frente a ella debe asumir la
izquierda y el movimiento popular. Entonces, por supuesto, como hasta ahora,
también de cara a la crisis hay dos polos. Hay un polo que dice que tenemos
que cumplir con lo que nos dicen los organismos internacionales y las
grandes potencias. Y están quienes dicen no, la crisis no le puede caer
encima de nuevo a los pobres, tenemos que evitar que sean los trabajadores,
los campesinos, los sectores más vulnerables los que paguen el efecto la
crisis. Y hay sectores que dicen: tenemos que aprovechar la crisis para
acumular políticamente y luchar a favor de una transformación social
verdadera, socialista.

Ese es el enfrentamiento que está planteado en este momento. Yo creo que ese
enfrentamiento existe desde que existen gobiernos de izquierda, de esta
nueva camada como la llamo yo. O sea, desde el año 98 está planteado este
enfrentamiento, que no es nada más que una forma metamorfoseada del
enfrentamiento histórico reforma - revolución, con otras condiciones
históricas, otras circunstancias. Pero, a la larga lo que se discute es lo
mismo que se viene discutiendo desde finales de los años 60, por lo menos. Y
ese es el debate que vamos a tener en el próximo Foro. Qué hacemos, seguimos
las pautas que trazan los organismos financieros internacionales o los
desafiamos y en qué medida los desafiamos y hasta qué punto esto implica una
ruptura.

- Ahora, en uno y otro caso se cruza el tema integración

En uno y otro caso se cruza el tema integración que, lamentablemente,
tampoco hay una visión única dentro de la izquierda. Está el proyecto ALBA,
con Cuba, Bolivia, Venezuela, Nicaragua, y algunos otros países que se han
ido acercando, incluso incorporando. No es un proyecto compartido, digamos,
por el Cono Sur; Brasil, Uruguay, Argentina, Paraguay, siguen insertados en
el MERCOSUR, con grandes contradicciones. Es decir, no hay todavía un
proyecto integrador que esté consolidado, en desarrollo, y que sea capaz de
llevar el peso, de acompañar las políticas de ruptura. Lo hay en ciernes,
tampoco está acabado, en el caso del ALBA, pero está ahí.

- Pero también está UNASUR donde se plantea una nueva arquitectura
financiera, el Banco del Sur, el Fondo de Compensación y Desarrollo, etc.

Correcto, eso está en desarrollo. Pero qué lastima que no haya avanzado 5
años más, antes que estallara la crisis. Por eso considero que debería
apresurarse mucho más, quemar etapas, porque ya la crisis existe y todavía
hay que llegar a acuerdos. Hay un problema lógico de maduración de cualquier
proceso integracionista y es una lastima que la crisis no se demoró 5, 6
años más, o que UNASUR no hubiera comenzado 5 o 10 años antes de forma tal
que las cosas esas que necesariamente hay que negociar, discutir, hay que
acordar y presentar a las respectivas legislaturas para que las aprueben.
Pero esta situación también puede actuar a la inversa, puede ser que la
crisis haga que UNASUR avance en un año lo que en otras condiciones hubiera
avanzado en 12 años. Es decir, la crisis también puede, ojala, que sea ese
el desenlace.

- Una de las características de este nuevo momento es la inédita autonomía
de nuestros países respecto a Washington y los organismos internacionales
asentados ahí. ¿Cómo puede gravitar el factor Obama al respecto?

Yo creo que hay avances en toda la línea. Es un proceso muy joven, de un
nuevo tipo, pero obviamente hay cosas que son irreversibles. Para mi es muy
importante lo que decía de Huntington, pues América Latina ha pasado un
punto de no retorno en lo que es la participación popular en el tema
político. Es decir, aquello que Huntington trataba de evitar, que es que los
ciudadanos y las ciudadanas excluidos, marginados, participaran del sistema
político y ejercieran su voto y que después lo defendieran como ocurrió en
el Salvador. El FMLN logró, no solo que el pueblo salvadoreño votara sino
que se organizara para evitar que le entraran los transportes colectivos de
Honduras, de Nicaragua, con votantes nicaragüenses y hondureños pagados por
la derecha para hacer el fraude. Es decir, no solo vota, sino además
defiende el voto.

Esto no quiere decir que no pueda haber retrocesos. No estamos en una
cuestión lineal. Podemos perder el gobierno en uno u otro país de América
Latina, si ese mismo pueblo considera que el gobierno de izquierda que
eligió no se comportó a la altura de sus expectativas y transó demasiado con
la derecha y se puso a coquetear con el centro o aplicó políticas que no
eran las que el pueblo esperaba. Eso puede pasar. Pero esa gente no va a
dejar de ser un actor político, independientemente de que castigue en un
determinado momento a un gobierno progresista o de izquierda que no haya
cumplido con las expectativas que generó. Yo creo que ese es un punto de no
retorno.

Eso es nuevo en América Latina, como lo es la configuración regional, pues
lo que ha ocurrido es muy importante. El Grupo de Río nace en el año 86 en
un momento de enfrentamiento álgido de los gobiernos de América Latina y
Estados Unidos. Ronald Reagan gobierna del 81 al 89 y es él que, finalmente,
a sangre y fuego, a través de la última etapa de las dictaduras militares de
Seguridad Nacional, impone en Latinoamérica la reestructuración neoliberal.
Pero, Ronald Reagan desarticuló el sistema de relaciones interamericanas. La
OEA, en aquel momento, no valía nada. Y por eso es que surgen expresiones o
mecanismos de concertación alternativa. Si había una OEA, ¿por qué no fue la
OEA la que medió en el conflicto Centroamericano?, porque estaba en crisis.
Y es entonces que surgió un grupo portavoz que se convirtió en el año 86 en
el Grupo de Río. Reagan fue tan brutal no solo con los pueblos, sino incluso
con los gobiernos, que polarizó todo.

En el momento en que nace, el Grupo de Río es un grupo contestatario, está
tratando de reencauzar las relaciones latinoamericanas, es un grupo que está
a favor de la creación de un espacio de Estados latinoamericanos y caribeños
sin los Estados Unidos, en el cual estuviera Cuba. Pero se produce ahí el
proceso que ya conocemos, desmoronamiento de la Unión Soviética, la
bipolaridad y se da un giro de 180 grados en la estructura de los gobiernos.
Entonces, ese Grupo de Río que había estado llamando a favor de una reforma
democratizadora de la OEA, que había estado hablando de crear una
organización de países latinoamericanos y caribeños, se vuelve sobre sus
pasos y ya en el año 91 ese Grupo de Río, por primera vez, condena a Cuba,
no solo condena sino que se da una Cumbre de estos países con Europa y son
los latinoamericanos los que llevan a condenar a Cuba por supuestas
violaciones a la democracia y los derechos humanos. Estamos hablando de cómo
era eso al principio de los 90. Cómo ha cambiado el mapa político de América
Latina donde hoy Cuba ingresa al Grupo de Río sin ningún tipo de
condicionamiento.

Y, bueno, ahora entra en escena la administración de Obama. Sea que presida
él o Bush, la cuestión de fondo es que preside el imperialismo
norteamericano. Y ese imperialismo norteamericano no solo es malo sino que
está en una crisis extraordinaria. Ya vimos en la Cumbre de Trinidad, él
podrá sonreír, podrá darles la mano a los países latinoamericanos, podrá
incluso poner la mano en el hombro, pero no puede cambiar la esencia de la
política norteamericana. No puede dejar de tratar de echarles a los países
latinoamericanos la crisis de los Estados Unidos. No puede flexibilizar en
el tema migratorio. No puede flexibilizar en el tema comercial, no puede
flexibilizar en nada. No veo que tenga margen de maniobra para acomodarse a
un mapa político donde los países latinoamericanos reclaman una nueva
presencia, un nuevo rol. Ya él mismo ha declarado que no está en condiciones
de levantar el bloqueo a Cuba, que se ha convertido en un requerimiento casi
unánime, por no decir unánime.

- En este contexto, adquiere particular relevancia pensar y actuar en
términos de contra-hegemonía, que tiene que ver con participación y
politización social, con cultura, con visiones capaces de enfrentar la
crisis civilizatoria, etc., pero las urgencias de la coyuntura, de la propia
gobernabilidad, hacen que no se descarte incluso el disciplinamiento social.

¿Cómo salir de este impasse?

Yo creo que hay de por medio un problema de visiones, de actitudes, de
voluntades. ¿Qué se puede esperar de gente que, sencillamente, no quiere ir
más allá de contener o de limitar, en alguna medida, lo peor de las
políticas neoliberales? Y este es justamente el terreno de las luchas
políticas internas que se están dando en este momento. Pero sí, obviamente,
es clave la educación, la cultura, la formación política, la información, la
conscientización, en primer lugar, de nuestra propia militancia, afiliados,
miembros. Porque ese es uno de los problemas. Trabajar en esa dirección es
una de las cuestiones fundamentales, porque, frente a una crisis, lo
principal es la actitud que adoptemos. Es decir, adoptar una actitud pasiva
de dejarnos aplastar una vez más, o adoptar una actitud contestataria, de no
dejarnos pasar por encima.

Para mí, todas las experiencias de gobiernos de izquierda que hay en América
Latina en este momento son positivas porque demuestran hasta donde se puede
y hasta donde no se puede llegar. Es decir, dentro del capitalismo.
Acuérdate que el Che decía que a la idea de la revolución solo se llega
cuando se ha demostrado que por la otra vía no hay posibilidades. Entonces,
creo que se está llegando a una experiencia en América Latina que está
demostrando a qué se puede llegar y a qué no se puede llegar dentro del
capitalismo y en qué medida habrá que emprender una transformación social
revolucionaria.

Entonces, creo que el hecho de que haya una crisis adelanta los tiempos,
para bien y para mal. Para bien porque nos coloca a la orden del día la
batalla que pensábamos que se iba a dar en 5 años 10 años. Y para mal porque
nos trae, nos recuerda que todavía no hemos hecho lo que teníamos que hacer.
No hemos formado la escuela de cuadros, no hemos librado la batalla
cultural.

- Y que no se resuelve con talleres de fin de semana.

Y que no se resuelve con talleres de fin de semana. Esa es la realidad. (tomado de ALAI (Ecuador))


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dijous, 10 de setembre del 2009

Manifest 11 setembre del PCC


MANIFEST 11 SETEMBRE 2009

PARTIT DELS I LES COMUNISTES DE CATALUNYA

Aquesta Diada nacional de Catalunya ve marcada per una profunda crisi del sistema, econòmica, social, per aixó la necessitat de continuar aprofundint en la conquesta dels drets socials i llibertats nacionals.

La crisi econòmica, agreujada per les polítiques neoliberals i l’ofensiva de la dreta del PP i de CiU dóna suport a la patronal front als treballadors i treballadores, en un intent de retallar els drets socials i de fer pagar el cost de la crisi als més desafavorits, els aturats.

El PCC crida a la mobilització en la defensa dels drets socials que també són nacionals, a fer costat als sindicats i a mantenir la unitat de les forces d’esquerres. Cal mobilitzar-se per la consecució dels plens drets nacionals, fins i tot el d’autodeterminació.

Cal impulsar la lluita per la pau i la solidaritat internacional. El poble sahrauí, el palestí, el cubà, l’iraquià i tants altres que pateixen l’agressió externa i necessiten el suport internacional per defensar la seva independència i sobirania nacional. El nostre suport també al poble hondureny que continua resistint front el cop d’Estat de l’oligarquia i el feixisme per restablir la legalitat democràtica. Els pobles llatinoamericans i els seus processos d’alliberament social es veuen en perill amb la instal·lació de les bases nord-americanes al narco-estat colombià.

Finalment, recordem el paper de l’imperialisme nord-americà en el cop feixista de l’11 de Setembre contra el President Salvador Allende.


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dijous, 3 de setembre del 2009

EN PEU DE PAU Concentració davant el Consolat de Veneçuela de Barcelona Plaça Urquinaona cantonada Roger de Lluria divendres 4 de setembre del 2009,


EN PEU DE PAU

Els darrers mesos Llatinoamerica torna a ser noticia, no por la eradicació del analfabetisme ni por la lluita contra la ceguera portada endavant per la “operación Milagro”, ni por la recuperació de fonts de treball, ni per la lluita contra la fam, no, les noticias son:

Massacra d’indígenes a Pando, Bolivia;

Massacra d’indígenes en l´Amazonia Peruana;

Intervenció militar de l’exèrcit de Colombia en territori d´Ecuador;

Cop d’estat de nou tipus a Honduras, y ara

Instal·lació de set bases militars nord-americanes a Colombia.

Aquest darrer fet ha donat peu a la reunió del UNASUR on es va posar a debat entre tots els governs de Llatinoamerica aquest nou desembarcament de tropes nord-americanes a Llatinoamerica. Els grupos afins al narcotraficant Álvaro Uribe (*) amb l´ objectiu de llençar una cortina de fum en relació a la greu situació creada per aquesta decisió del Govern Colombia, criden a una jornada internacional el proper 4 de setembre contra el govern de Veneçuela. Les organitzacions sota signants convoquem:

Concentració davant el Consolat de Veneçuela de Barcelona
Plaça Urquinaona cantonada Roger de Lluria

divendres 4 de setembre del 2009, 19,30 h.

En defensa dels governs populars de Llatinoamerica.

No a las bases militars nord-americanes a Colombia

Contra el cop de estat a Honduras

(*) (Arxiu Federal de Seguretat dels Estats Units, 1994 : “Senador Álvaro Uribe Vélez de ser un dels principals narcotraficants de Colombia, referenciat com l’home número 82 en un llistat on el lloc 79 l’ocupava Pablo Escobar Gaviria (capo del cartel de Medellín.) es va dedicar col·laborar amb el cartel de Medellín als mes alts nivells del govern. Uribe va estar vinculat a un negoci de narcotràfic de narcòtics als Estats Units.”

EN PIÉ DE PAZ

En los últimos meses Latinoamérica vuelve a ser noticia, no por la erradicación del analfabetismo ni por la lucha contra la ceguera llevada adelante por la “operación Milagro”, ni por la recuperación de fuentes de trabajo, ni por la lucha contra el hambre, no, las noticias son:

Masacre de indígenas en Pando, Bolivia;
Masacre de indígenas en la Amazonia Peruana;
Intervención militar del Ejército de Colombia en territorio de Ecuador;
Golpe de estado de nuevo tipo en Honduras, y ahora

Instalación de siete bases militares norteamericanas en Colombia.

Este último hecho ha propiciado la reunión del UNASUR donde se puso a debate entre todos los gobiernos de Latinoamérica este nuevo desembarco de las tropas norteamericanas en Latinoamérica. Los grupos afines al narcotraficante Álvaro Uribe (*) con el objeto de elevar una cortina de humo en relación a la grave situación creada por esta decisión del Gobierno Colombiano, llaman a un jornada internacional el próximo 4 de septiembre contra el gobierno de Venezuela. Las organizaciones abajo firmantes convocamos:

Concentración en el Consulado de Venezuela de Barcelona
Urquinaona esquina Roger deLluria
Viernes 4 de septiembre de 2009
19,30 hs

En defensa de los gobiernos populares de Latinoamérica.

No a las bases militares norteamericanas en Colombia
Contra el golpe de estado en Honduras

(*) (Archivo Federal de Seguridad de Estados Unidos, 1994 : senador Álvaro Uribe Vélez de ser una de los principales narcotraficantes de Colombia, referenciado como el hombre número 82 en un listado cuyo puesto 79 ocupaba Pablo Escobar Gaviria, capo del cartel de Medellín.) “se dedicó a colaborar con el cartel de Medellín en los más altos niveles del gobierno. Uribe estaba vinculado a un negocio involucrado en el tráfico de narcóticos en Estados Unidos.”


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divendres, 14 d’agost del 2009

Rechazo a bases militares yanquis en Colombia


¡A la calle contra las bases del imperio!

Por: Jaime Caicedo Turriago

Secretario General del Partido Comunista Colombiano.

Nadie puede engañarse del sentido del tratado militar con Estados Unidos que incluye la cesión de bases navales y aéreas colombianas, entre 3 y 5, con excusa de proseguir la acción antiterrorista y antinarcóticos. El conocido estilo secreto, de espaldas a la opinión, con versiones cambiantes y evasivas, confirma la perversidad del proyecto. No hay transparencia posible cuando el fin es reafirmar una postura en contravía de las tendencias autonomistas, críticas en lo social y lo político y de intención reformadora que ganan espacio en el continente. La contención de los procesos democráticos nacionalistas se ha convertido en un propósito de la seguridad nacional de los Estados Unidos. El sector más recalcitrante del imperialismo intenta retroceder la rueda de la historia. El actual Gobierno colombiano se ha instalado en la tendencia de la contrarreforma, sin inocencia y sin pudor.

Tres o cinco bases, no es un problema de cantidades. Dos de ellas, son navales, aptas para albergar, reaprovisionar y servir de escala a los navíos de la V Flota, puesta en servicio hace un año para el control, vigilancia y amenaza del continente. La principal base aérea, Palenquero, en el centro del país, es un punto de dominación sobre el territorio y el espacio aéreo. Los contingentes gringos del Plan Colombia han pelechado en Tres Esquinas (Putumayo) y la base de Larandia (Caquetá), en pleno corazón amazónico. Los ubicados en la base de Cañolimón, (Arauca) han servido de coordinación de la atalaya sobre territorio venezolano. Si Manta era un enclave en la soberanía del Ecuador, Uribe entrega el país entero al propietario de una política de Estado externa y superpuesta al Estado colombiano y al pleno derecho de autodeterminación de su pueblo. A esa política externa le interesa la prolongación indefinida de la guerra civil en el país. Le interesa y ha promovido la exportación del conflicto interno colombiano a los países vecinos. Es muy posible, entonces, la certidumbre que nuestro territorio y nuestros mares puedan ser las plataformas de aventuras agresivas en el continente. Los primeros y peor perjudicados serán los propios nacionales colombianos, si no actúa enérgicamente frente a ese pandemónium.

No se trata de una improvisación o arranque improvisado de Uribe. Es la continuación lógica del Plan Colombia en dos aspectos: La confusión expresa de antinarcóticos y antiterrorismo dentro de una línea contrainsurgente y ka culminación del intento del Comando Sur de recuperar su presencia geopolítica en el área estratégica aledaña a Panamá, de donde tuvo que salir como resultado de los tratados Torrijos-Carter. No se trata de un préstamo transitorio (diez años) sino de los referentes de una ocupación potencial: el Comando Sur maneja información satelital en tiempo presente de todo lo que se mueve, se comunica o actúa en nuestro territorio, la que usa y manipula antes de suministrarla, tasada y a cuenta gotas, al ejército colombiano. Hace algo más de un siglo el pueblo colombiano derrocó la dictadura de Rafael Reyes, quien pretendía entregar los puertos al control naval estadounidense so pretexto de la vigilancia del canal de Panamá, entonces en construcción.

Uribe quiere su reelección a todo trance y a cualquier costo. Quiere mostrarse como “el azote de dios” contra los pueblos. Ningún otro gobierno del continente, por reaccionario que sea, se ha prestado a semejante papel. El vergonzoso servilismo que exhibe en este gesto de sumisión externa es la más clara demostración de que el país necesita un cambio urgente de la orientación política del poder.

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dilluns, 10 d’agost del 2009

Las bases yankis y la soberanía latinoamericana

10 Agosto 2009

El concepto de nación surgió de la suma de elementos comunes como la historia, lenguaje, cultura, costumbres, leyes, instituciones y otros factores relacionados con la vida material y espiritual de las comunidades humanas.

Los pueblos de la América, por cuya libertad Bolívar realizó las grandes hazañas que lo convirtieron en El Libertador, fueron llamados por él a crear, como dijo: “la más grande nación del mundo, menos por su extensión y riquezas que por su libertad y gloria”.

Antonio José de Sucre libró en Ayacucho la última batalla contra el imperio que había convertido gran parte de este continente en propiedad real de la corona de España durante más de 300 años.

Es la misma América que decenas de años más tarde, y cuando ya había sido cercenada en parte por el naciente imperio yanki, Martí llamó Nuestra América.

Hay que recordar una vez más que, antes de caer en combate por la independencia de Cuba, último bastión de la colonia española en América, el 19 de mayo de 1895, horas antes de su muerte, José Martí escribió proféticamente que todo lo que había hecho y haría era para “…impedir a tiempo con la independencia de Cuba que se extiendan por las Antillas los Estados Unidos y caigan, con esa fuerza más, sobre nuestras tierras de América”.

En Estados Unidos, las 13 colonias recién liberadas no tardaron en extenderse desordenadamente hacia el Oeste en busca de tierra y oro, exterminando indígenas hasta que arribaron a las costas del Pacífico, competían los Estados agrícolas esclavistas del Sur con los Estados industriales del Norte que explotaban el trabajo asalariado, tratando de crear otros Estados para defender sus intereses económicos.

En 1848 arrebataron a México más del 50 por ciento de su territorio, en una guerra de conquista contra el país, militarmente débil, que los llevó a ocupar la capital e imponerle humillantes condiciones de paz. En el territorio arrebatado estaban las grandes reservas de petróleo y gas que más tarde suministrarían a Estados Unidos durante más de un siglo y lo siguen en parte suministrando.

El filibustero yanki William Walker, estimulado por “el destino manifiesto” que proclamó su país, desembarcó en Nicaragua en el año 1855 y se autoproclamó Presidente, hasta que fue expulsado por los nicaragüenses y otros patriotas centroamericanos en 1856.

Nuestro Héroe Nacional vio cómo el destino de los países latinoamericanos era destrozado por el naciente imperio de Estados Unidos.

Después de la muerte en combate de Martí se produjo la intervención militar en Cuba, cuando ya el ejército español estaba derrotado.

La Enmienda Platt, que concedía al poderoso país derecho a intervenir en la Isla, fue impuesta a Cuba.

La ocupación de Puerto Rico, que ha durado ya 111 años y hoy constituye el llamado “Estado Libre Asociado”, que no es Estado ni es libre, fue otra de las consecuencias de aquella intervención.

Las peores cosas para América Latina estaban por venir, confirmando las geniales premoniciones de Martí. Ya el creciente imperio había decidido que el canal que uniría los dos océanos sería por Panamá y no por Nicaragua. El istmo de Panamá, la Corinto soñada por Bolívar como capital de la más grande República del mundo concebida por él, sería propiedad yanki.

Aun así, hubo peores consecuencias a lo largo del Siglo XX. Con el apoyo de las oligarquías políticas nacionales, los Estados Unidos se adueñaron después de los recursos y de la economía de los países latinoamericanos; las intervenciones se multiplicaron; las fuerzas militares y policiales cayeron bajo su égida. Las empresas transnacionales yankis se apoderaron de las producciones y servicios fundamentales, los bancos, las compañías de seguros, el comercio exterior, los ferrocarriles, barcos, almacenes, los servicios eléctricos, los telefónicos y otros, en mayor o menor grado pasaron a sus manos.

Es cierto que la profundidad de la desigualdad social hizo estallar la Revolución Mexicana en la segunda década del Siglo XX, que se convirtió en fuente de inspiración para otros países. La revolución hizo avanzar a México en muchas áreas. Pero el mismo imperio que ayer devoró gran parte de su territorio, hoy devora importantes recursos naturales que le restan, la fuerza de trabajo barata y hasta lo hace derramar su propia sangre.

El TLCAN es el más brutal acuerdo económico impuesto a un país en desarrollo. En aras de la brevedad, baste señalar que el Gobierno de Estados Unidos acaba de afirmar textualmente: “En momentos en que México ha sufrido un doble golpe, no solo por la caída de su economía sino también por los efectos del virus A H1N1, probablemente queremos tener la economía más estabilizada antes de tener una larga discusión sobre nuevas negociaciones comerciales.” Por supuesto que no se dice una sola palabra de que, como consecuencia de la guerra desatada por el tráfico de drogas, en la que México emplea 36 mil soldados, casi cuatro mil mexicanos han muerto en el 2009. El fenómeno se repite en mayor o menor grado en el resto de América Latina. La droga no solo engendra problemas graves de salud, engendra la violencia que desgarra a México y a la América Latina como consecuencia del mercado insaciable de Estados Unidos, fuente inagotable de las divisas con que se fomenta la producción de cocaína y heroína, y es el país de donde se abastecen las armas que se emplean en esa feroz y no publicitada guerra.

Los que mueren desde el Río Grande hasta los confines de Suramérica son latinoamericanos. De este modo, la violencia general bate récord de muertes y las víctimas sobrepasan la cifra de 100 mil por año en América Latina, engendradas fundamentalmente por las drogas y la pobreza.

El imperio no libra la lucha contra las drogas dentro de sus fronteras; la libra en los territorios latinoamericanos.

En nuestro país no se cultivan la coca ni la amapola. Luchamos con eficiencia contra los que intentan introducir drogas en nuestro país o utilizar a Cuba como tránsito, y los índices de personas que mueren a causa de la violencia se reducen cada año. No necesitamos para ello soldados yankis. La lucha contra las drogas es un pretexto para establecer bases militares en todo el hemisferio. ¿Desde cuándo los buques de la IV Flota y los aviones modernos de combate sirven para combatir las drogas?

El verdadero objetivo es el control de los recursos económicos, el dominio de los mercados y la lucha contra los cambios sociales. ¿Qué necesidad había de restablecer esa flota, desmovilizada al final de la Segunda Guerra Mundial, hace más de 60 años, cuando ya no existe la URSS ni la guerra fría? Los argumentos utilizados para el establecimiento de siete bases aeronavales en Colombia son un insulto a la inteligencia.

La historia no perdonará a los que cometen esa deslealtad contra sus pueblos, ni tampoco a los que utilizan como pretexto el ejercicio de la soberanía para cohonestar la presencia de tropas yankis. ¿A qué soberanía se refieren? ¿La conquistada por Bolívar, Sucre, San Martín, O´Higgins, Morelos, Juárez, Tiradentes, Martí? Ninguno de ellos habría aceptado jamás tan repudiable argumento para justificar la concesión de bases militares a las Fuerzas Armadas de Estados Unidos, un imperio más dominante, más poderoso y más universal que las coronas de la península ibérica.

Si como consecuencia de tales acuerdos promovidos de forma ilegal e inconstitucional por Estados Unidos cualquier gobierno de ese país utilizara esas bases, como hicieron Reagan con la guerra sucia y Bush con la de Iraq, para provocar un conflicto armado entre dos pueblos hermanos, sería una gran tragedia. Venezuela y Colombia nacieron juntos en la historia de América tras las batallas de Boyacá y Carabobo, bajo la dirección de Simón Bolívar. Las fuerzas yankis podrían promover una guerra sucia como hicieron en Nicaragua, incluso emplear soldados de otras nacionalidades entrenados por ellos y podrían atacar algún país, pero difícilmente el pueblo combativo, valiente y patriótico de Colombia se deje arrastrar a la guerra contra un pueblo hermano como el de Venezuela.

Se equivocan los imperialistas si subestiman igualmente a los demás pueblos de América Latina. Ninguno estará de acuerdo con las bases militares yankis, ninguno dejará de ser solidario con cualquier pueblo latinoamericano agredido por el imperialismo.

Martí admiraba extraordinariamente a Bolívar y no se equivocó cuando dijo: “…así está Bolívar en el cielo de América, vigilante y ceñudo… calzadas aún las botas de campaña, porque lo que él no dejó hecho, sin hacer está hasta hoy: porque Bolívar tiene que hacer en América todavía.”

Fidel Castro Ruz
Agosto 9 de 2009
6 y 32 p.m.

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dijous, 6 d’agost del 2009

Siete puñales en el corazón de América

Siete puñales en el corazón de América

5 Agosto 2009

Leo y releo datos y artículos elaborados por personalidades inteligentes, conocidas o poco conocidas, que escriben en diversos medios y toman la información de fuentes no cuestionadas por nadie.

Los pueblos que habitan el planeta, en todas partes, corren riesgos económicos, ambientales y bélicos, derivados de la política de Estados Unidos, pero en ninguna otra región de la tierra se ven amenazados por tan graves problemas como sus vecinos, los pueblos ubicados en este continente al Sur de ese país hegemónico.

La presencia de tan poderoso imperio, que en todos los continentes y océanos dispone de bases militares, portaaviones y submarinos nucleares, buques de guerra modernos y aviones de combate sofisticados, portadores de todo tipo de armas, cientos de miles de soldados, cuyo gobierno reclama para ellos impunidad absoluta, constituye el más importante dolor de cabeza de cualquier gobierno, sea de izquierda, centro o derecha, aliado o no de Estados Unidos.

El problema, para los que somos vecinos suyos, no es que allí se hable otro idioma y sea una nación diferente. Hay norteamericanos de todos los colores y todos los orígenes. Son personas iguales que nosotros y capaces de cualquier sentimiento en un sentido u otro. Lo dramático es el sistema que allí se ha desarrollado e impuesto a todos. Tal sistema no es nuevo en cuanto al uso de la fuerza y los métodos de dominio que han prevalecido a lo largo de la historia. Lo nuevo es la época que vivimos. Abordar el asunto desde puntos de vista tradicionales es un error y no ayuda a nadie. Leer y conocer lo que piensan los defensores del sistema ilustra mucho, porque significa estar conscientes de la naturaleza de un sistema que se apoya en la constante apelación al egoísmo y los instintos más primarios de las personas.

De no existir la convicción del valor de la conciencia, y su capacidad de prevalecer sobre los instintos, no se podría expresar siquiera la esperanza de cambio en cualquier período de la brevísima historia del hombre. Tampoco podrían comprenderse los terribles obstáculos que se levantan para los diferentes líderes políticos en las naciones latinoamericanas o iberoamericanas del hemisferio. En último término, los pueblos que vivían en esta área del planeta desde hace decenas de miles de años, hasta el famoso descubrimiento de América, no tenían nada de latinos, de ibéricos o de europeos; sus rasgos eran más parecidos a los asiáticos, de donde procedieron sus antepasados. Hoy los vemos en los rostros de los indios de México, Centroamérica, Venezuela, Colombia, Ecuador, Brasil, Perú, Bolivia, Paraguay y Chile, un país donde los araucanos escribieron páginas imborrables. En determinadas zonas de Canadá y en Alaska conservan sus raíces indígenas con toda la pureza posible. Pero en el territorio principal de Estados Unidos, gran parte de los antiguos pobladores fueron exterminados por los conquistadores blancos.

Como conoce todo el mundo, millones de africanos fueron arrancados de sus tierras para trabajar como esclavos en este hemisferio. En algunas naciones como Haití y gran parte de las islas del Caribe, sus descendientes constituyen la mayoría de la población. En otros países forman amplios sectores. En Estados Unidos los descendientes de africanos constituyen decenas de millones de ciudadanos que, como norma, son los más pobres y discriminados.

A lo largo de siglos esa nación reclamó derechos privilegiados sobre nuestro continente. En los años de Martí trató de imponer una moneda única basada en el oro, un metal cuyo valor ha sido el más constante a lo largo de la historia. El comercio internacional, por lo general, se basaba en él. Hoy ni siquiera eso. Desde los años de Nixon, el comercio mundial se instrumentó con el billete de papel impreso por Estados Unidos: el dólar, una divisa que hoy vale alrededor de 27 veces menos que en los inicios de la década del 70, una de las tantas formas de dominar y estafar al resto del mundo. Hoy, sin embargo, otras divisas están sustituyendo al dólar en el comercio internacional y en las reservas de monedas convertibles.

Si por un lado las divisas del imperio se devalúan, en cambio sus reservas de fuerzas militares crecen. La ciencia y la tecnología más moderna, monopolizada por la superpotencia, han sido derivadas en grado considerable hacia el desarrollo de las armas. Actualmente no se habla solo de miles de proyectiles nucleares, o del poder destructivo moderno de las armas convencionales; se habla de aviones sin pilotos, tripulados por autómatas. No se trata de simple fantasía. Ya están siendo usadas algunas naves aéreas de ese tipo en Afganistán y otros puntos. Informes recientes señalan que en un futuro relativamente próximo, en el 2020, mucho antes de que el casquete de la Antártida se derrita, el imperio, entre sus 2 500 aviones de guerra, proyecta disponer de 1 100 aviones de combate F-35 y F-22, en sus versiones de caza y bombarderos de la quinta generación. Para tener una idea de ese potencial, baste decir que los que disponen en la base de Soto Cano, en Honduras, para el entrenamiento de pilotos de ese país son F-5; los que suministraron a las fuerzas aéreas de Venezuela antes de Chávez, a Chile y otros países, eran pequeñas escuadrillas de F-16.

Más importante todavía, el imperio proyecta que en el transcurso de 30 años todos los aviones de combate de Estados Unidos, desde los cazas hasta los bombarderos pesados y los aviones cisterna, serán tripulados por robots.

Ese poderío militar no es una necesidad del mundo, es una necesidad del sistema económico que el imperio le impone al mundo.

Cualquiera puede comprender que si los autómatas pueden sustituir a los pilotos de combate, también pueden sustituir a los obreros en muchas fábricas. Los acuerdos de libre comercio que el imperio trata de imponer a los países de este hemisferio implican que sus trabajadores tendrán que competir con la tecnología avanzada y los robots de la industria yanki.

Los robots no hacen huelgas, son obedientes y disciplinados. Hemos visto por la televisión máquinas que recogen las manzanas y otras frutas. La pregunta cabe hacerla también a los trabajadores norteamericanos ¿Dónde estarán los puestos de trabajo? ¿Cuál es el futuro que el capitalismo sin fronteras, en su fase avanzada del desarrollo, asigna a los ciudadanos?

A la luz de esta y otras realidades, los gobernantes de los países de UNASUR, MERCOSUR, Grupo de Río y otros, no pueden dejar de analizar la justísima pregunta venezolana ¿Qué sentido tienen las bases militares y navales que Estados Unidos quiere establecer alrededor de Venezuela y en el corazón de Suramérica? Recuerdo que hace varios años, cuando entre Colombia y Venezuela, dos naciones hermanadas por la geografía y por la historia, las relaciones se volvieron peligrosamente tensas, Cuba promovió calladamente importantes pasos de paz entre ambos países. Nunca los cubanos estimularemos la guerra entre países hermanos. La experiencia histórica, el destino manifiesto proclamado y aplicado por Estados Unidos, y la endeblez de las acusaciones contra Venezuela de suministrar armas a las FARC, asociadas a las negociaciones con el propósito de conceder siete puntos de su territorio para uso aéreo y naval de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos, obligan ineludiblemente a Venezuela a invertir en armas, recursos que podían emplearse en la economía, los programas sociales y la cooperación con otros países del área con menos desarrollo y recursos. No se arma Venezuela contra el pueblo hermano de Colombia, se arma contra el imperio, que intentó destruir ya la Revolución y hoy pretende instalar en las proximidades de la frontera venezolana sus armas sofisticadas.

Sería un error grave pensar que la amenaza es solo contra Venezuela; va dirigida a todos los países del Sur del continente. Ninguno podrá eludir el tema y así lo han declarado varios de ellos.

Las generaciones presentes y futuras juzgarán a sus líderes por la conducta que adopten en este momento. No se trata solo de Estados Unidos, sino de Estados Unidos y el sistema. ¿Qué ofrece? ¿Qué busca?

Ofrece el ALCA, es decir, la ruina anticipada de todos nuestros países, libre tránsito de bienes y de capital, pero no libre tránsito de personas. Experimentan ahora el temor de que la sociedad opulenta y consumista sea inundada de latinos pobres, indios, negros y mulatos o blancos sin empleo en sus propios países. Devuelven a todos los que cometen faltas o sobran. Los matan muchas veces antes de entrar, o los retornan como rebaños cuando no los necesitan; 12 millones de inmigrantes latinoamericanos o caribeños son ilegales en Estados Unidos. Una nueva economía ha surgido en nuestros países, especialmente los más pequeños y pobres: la de las remesas. Cuando hay crisis, ésta golpea sobre todo a los inmigrantes y a sus familiares. Padres e hijos son cruelmente separados a veces para siempre. Si el inmigrante está en edad militar, le otorgan la posibilidad de enrolarse para combatir a miles de kilómetros de distancia, “en nombre de la libertad y la democracia”. Al regreso, si no mueren, les conceden el derecho a ser ciudadanos de Estados Unidos. Como están bien entrenados les ofrecen la posibilidad de contratarlos no como soldados oficiales, pero sí como civiles soldados de las empresas privadas que prestan servicios en las guerras imperiales de conquista.

Existen otros gravísimos peligros. Constantemente llegan noticias de los emigrantes mexicanos y de otros países de nuestra área que mueren intentando cruzar la actual frontera de México y Estados Unidos. La cuota de víctimas cada año supera con creces la totalidad de los que perdieron la vida en los casi 28 años de existencia del famoso muro de Berlín.

Lo más increíble todavía es que apenas circula por el mundo la noticia de una guerra que cuesta en este momento miles de vidas por año. Han muerto ya, en el 2009, más mexicanos que los soldados norteamericanos que murieron en la guerra de Bush contra Irak a lo largo de toda su administración.

La guerra en México ha sido desatada a causa del mayor mercado de drogas que existe en el mundo: el de Estados Unidos. Pero dentro de su territorio no existe una guerra entre la policía y las fuerzas armadas de Estados Unidos luchando contra los narcotraficantes. La guerra ha sido exportada a México y Centroamérica, pero especialmente al país azteca, más cercano al territorio de Estados Unidos. Las imágenes que se divulgan por la televisión, de cadáveres amontonados y las noticias que llegan de personas asesinadas en los propios salones de cirugía donde intentaban salvarles la vida, son horribles. Ninguna de esas imágenes procede de territorio norteamericano.

Tal ola de violencia y sangre se extiende en mayor o menor grado por los países de Suramérica. ¿De dónde proviene el dinero sino del infinito manantial que emerge del mercado norteamericano? A su vez, el consumo tiende también a extenderse a los demás países del área, causando más víctimas y más daño directo o indirecto que el SIDA, el paludismo y otras enfermedades juntas.

Los planes imperiales de dominación van precedidos de enormes sumas asignadas a las tareas de mentir y desinformar a la opinión pública. Cuentan para ello con la total complicidad de la oligarquía, la burguesía, la derecha intelectual y los medios masivos de divulgación.

Son expertos en divulgar los errores y las contradicciones de los políticos.

La suerte de la humanidad no debe quedar en manos de robots convertidos en personas o de personas convertidas en robots.

En el año 2010, el gobierno de Estados Unidos empleará 2 200 millones de dólares a través del Departamento de Estado y la USAID para promover su política, 12% más que los recibidos por el gobierno de Bush el último año de su mandato. De ellos, casi 450 millones se destinarán a demostrar que la tiranía impuesta al mundo significa democracia y respeto a los derechos humanos.

Apelan constantemente al instinto y al egoísmo de los seres humanos; desprecian el valor de la educación y la conciencia. Es evidente la resistencia demostrada por el pueblo cubano a lo largo de 50 años. Resistir es el arma a la que no pueden renunciar jamás los pueblos; los puertorriqueños lograron parar las maniobras militares en Vieques, situándose en el polígono de tiro.

La patria de Bolívar es hoy el país que más les preocupa, por su papel histórico en las luchas por la independencia de los pueblos de América. Los cubanos que prestan allí sus servicios como especialistas en la salud, educadores, profesores de educación física y deportes, informática, técnicos agrícola, y otra áreas, deben darlo todo en el cumplimiento de sus deberes internacionalistas, para demostrar que los pueblos pueden resistir y ser portadores de los principios más sagrados de la sociedad humana. De lo contrario el imperio destruirá la civilización y la propia especie.

Fidel Castro Ruz
Agosto 5 de 2009
11 y 16 a.m.

cubadebate.cu

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dissabte, 25 de juliol del 2009

Zelaya cruza la frontera con Honduras y el Imperialismo mueve ficha

Se precipitan los acontecimientos. Se caen las máscaras .La resistencia del pueblo de Honduras y su perseverancia en la movilización, mantienen viva la esperanza de la derrota del golpe de estado. Los Estados Unidos, como en la fábula del escorpión y la rana, no pueden remediarlo : con Obama o sin Obama, su naturaleza es Imperialistas . Eso sí, ahora en forma de “Poder Inteligente”.Promueven y condenan golpes. Exigen el regreso de Zelaya y dilatan su regreso, con planes de “reconciliación” del pelele Arias. Manifiestan su apoyo al Presidente electo y asesoran al presidente golpista. Hablan de Paz y siembran el planeta de más bases militares.

Mientras tanto, las Oligarquías locales de los países latinoamericanos y sus medios de comunicación, intentan legitimar el golpe: unas apoyando descaradamente a Micheleti , otras apoyando la “negociación” auspiciada por su mejor aliado : los Estados Unidos de Norteamérica.

Estos son los últimos acontecimientos:

Ya se siente la salida de los golpistas

Caracas, 24 Jul. ABN.- El presidente de Honduras, Manuel Zelaya, expresó que ya se siente la salida del poder de los protagonistas del Golpe de Estado que lo expulsó de su país hace 27 días.

“Ya se siente el sabor de una nueva victoria para Honduras que es la salida de los golpistas del poder”, expresó Zelaya desde la frontera con Honduras.

Destacó que en las próximas horas se conocerán las instrucciones a seguir para entrar a Honduras y encontrarse con su familia y su pueblo.

Acompañado con un grupo de seguidores, Zelaya espera en la frontera mientras en el fondo se escuchan consignas: “Zelaya aguanta que el pueblo se levanta”, “Zelaya amigo el pueblo está contigo”.

Mientras tanto en el departamento El Paraíso, a 10 kilómetros de donde se encuentra Zelaya, manifestaciones de hondureños son víctimas de represión y hay un saldo de dos heridos.

OEA criticó regreso de Zelaya a Honduras

Caracas, 24 Jul. ABN.- Luego que el presidente constitucional de Honduras, Manuel Zelaya llegara a Las Manos, punto fronterizo entre ese país y Nicaragua, el presidente de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Manuel Insulza criticó la acción.

“Esto no lo autorizó la Asamblea General porque ante todo queremos el retorno pacífico y no compartimos esta forma de hacerlo”, dijo Insulza.

La agencia de Noticias Telam, señaló que Insulza tenía serias dudas acerca 'de que esta forma de ingreso sea lo mejor”.

Hillary Clinton, catalogó hoy de "imprudente y temerario a Manuel Zelaya

Agencias.Washington, jul. 24 de 2009.- La secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton, catalogó hoy de "imprudente y temerario" el intento del presidente derrocado de Honduras, Manuel Zelaya, de volver a su país.

"Hemos instado sistemáticamente a todas las partes a evitar cualquier acción provocativa que pueda derivar en violencia. El esfuerzo del presidente Zelaya para llegar a la frontera es temerario", dijo Clinton a periodistas, informó Reuters.

"Esto no contribuye al amplio esfuerzo que se ha hecho para restaurar el orden democrático y constitucional dentro de la crisis que vive Honduras", agregó.

Manuel Zelaya , entra en Honduras protegido por su pueblo

TeleSUR 24/07/09.- El presidente legítimo de Honduras, Manuel Zelaya, pidió este viernes tras cruzar la frontera que divide su país con Nicaragua, una reunión privada con el Jefe del Estado Mayor Conjunto, General Romeo Vázquez y miembros de las Fuerzas Armadas para agilizar su retorno al poder del país.

Zelaya, cruzó la frontera que une a su país con Nicaragua por primera vez luego de 26 días después del golpe de Estado en contra de su Gobierno, pero se vio obligado a retroceder para esperar un encuentro con los altos jefes del Ejército.

El mandatario pisó territorio hondureño, en la localidad de "Las Manos", y en compañía de cientos de seguidores que lo han rodeado en una suerte de cadena humana para protegerlo.

En un vehículo rústico, el mandatario se dirigió a una instalación donde coversó con algunas autotridades de migración y solicitó el encuentro jefes militares, quienes tiene la orden expresa emitida por el gobierno de facto liderado por Roberto Micheletti, de arrestarlo.

"Comuníqueme con el alto mando", le pidió Zelaya al coronel al frente de las tropas destacadas en la frontera de "Las Manos".

Zelaya contó que le dio "la mano" al militar y le dijo que quería hablar con Romeo Vásquez, el general jefe del Estado Mayor del Ejército que lo depuso. El objetivo es "decirle que yo estoy aquí, que quiero comunicarme con él para decirle que vuelva la paz a la familia hondureña", relató.

Según Zelaya, el militar le dijo: "Nosotros no tenemos nada contra usted"..

Poco después, decenas de seguidores llegaron por la montaña que divide a ambas naciones, al punto exacto donde se encuentra el presidente legítimo, luego de pasar los piquetes policiales en territorio hondureño.

"Ellos con dificultades han llegado hasta aquí para ver a su presidente (...) dieron toda la vuelta por la montaña y entraron por Nicaragua y bajaron hasta aquí hasta Las Manos", reportó la corresponsal de teleSUR, Adriana Sívori


El presidente constitucional pisó finalmente suelo hondureño tras 26 días del golpe de Estado que recibió y la instalación de un régimen de facto, el cual sigue sin ser reconocido por toda la comunidad internacional.

Manuel Zelaya, regresa a la frontera Nicaragüense.

D'Escoto calificó heroica y correcta acción de Zelaya de llegar a Honduras

Caracas, 24 Jul. ABN.- El presidente de la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas (ONU), Miguel D'Escoto, calificó como heroica y correcta que el presidente hondureño, Manuel Zelaya haya pisado su país nuevamente.

“El presidente Zelaya está haciendo lo correcto, lamento los comentarios que dicen que es una acción temeraria”, expresó D'Escoto en un contacto con la televisora multiestatal Telesur.

Exhortó a los golpistas a recordar la resolución 63-310 de la Asamblea General de la ONU en la que se condena el Golpe de Estado y exige la restitución de inmediato del presidente Zelaya.

“Al mismo tiempo, esta resolución, pide a todos los Estados no reconocer a ninguna otra figura que se quiera presentar como presidente”, expresó y aclaró que esta posición está patrocinada por Estados Unidos y no tiene precedente.

Destacó que es importante que se respete la integridad física del presidente Zelaya ya que él ha entrado al país de forma no violenta y está pidiendo al pueblo actuar de la misma forma.

“Pero, los golpistas son asesinos y nunca les importa el pueblo, la derecha es igual en todas partes del mundo, siempre es antidemocrática, y le importa un bledo la vida del pueblo, espero que en esta oportunidad recapaciten”, expresó.

Fidel, Fidel, ¡ que razón tiene Fidel !

Por eso los Norteamericanos,

Nunca han podido con él,

Un Premio Nobel para Mrs. Clinton

(Tomado de Cubadebate)

El interminable documento leído ayer por el Nobel Oscar Arias es mucho peor que los 7 puntos del acta de rendición que había propuesto el 18 de julio.

No se comunicaba con la opinión internacional a través de una clave Morse. Hablaba delante de las cámaras de televisión que transmitían su imagen y todos los detalles del rostro humano, que suele tener tantas variables como las huellas digitales de una persona. Cualquier intención mentirosa se puede descubrir con facilidad. Yo lo observaba cuidadosamente.

Entre los televidentes, la inmensa mayoría conocía que en Honduras tuvo lugar un golpe de Estado. A través de ese medio se informaron de los discursos pronunciados en la OEA, la ONU, el SICA, la Cumbre de los No Alineados y otros foros; habían visto los atropellos, los abusos y la represión al pueblo en actividades que llegaron a reunir cientos de miles de personas protestando contra el golpe de Estado.

Lo más extraño es que, cuando Arias exponía su nueva propuesta de paz, no deliraba; creía lo que estaba diciendo.

Aunque muy pocos en Honduras podían ver las imágenes, en el resto del mundo muchas personas lo vieron y también lo habían visto cuando él propuso los famosos 7 puntos el 18 de julio. Sabían que el primero de ellos decía textualmente: "La legítima restitución de José Manuel Zelaya Rosales en la Presidencia de la República hasta el fin del período constitucional por el cual fue electo¼ "

Todos deseaban saber qué diría ayer por la tarde el mediador. El reconocimiento de los derechos del Presidente Constitucional de Honduras, con las facultades reducidas casi a cero en la primera propuesta, fue relegado a un sexto lugar en el segundo proyecto de Arias, donde ni siquiera se emplea la frase "legitimar la restitución."

Muchas personas honestas están asombradas y tal vez atribuyen a oscuras maniobras suyas lo que dijo ayer. Quizás yo sea uno de los pocos en el mundo que comprenda que había una autosugestión, más que una intención deliberada en las palabras del Nobel de la Paz. Me percaté de eso especialmente cuando Arias, con especial énfasis y palabras entrecortadas por la emoción, habló de la multitud de mensajes que Presidentes y líderes mundiales, conmovidos por su iniciativa, le habían enviado. Es lo que le pasa por la cabeza; ni siquiera se da cuenta de que otros Premios Nobel de la Paz, honestos y modestos, como Rigoberta Menchú y Adolfo Pérez Esquivel, están indignados por lo ocurrido en Honduras.

Sin duda alguna que gran parte de los gobiernos civiles de América Latina, los cuales conocían que Zelaya había aprobado el primer proyecto de Arias y confiaban en la cordura de los golpistas y sus aliados yanquis, respiraron con alivio, el cual duró solo 72 horas.

Visto desde otro ángulo, y volviendo a las cosas que prevalecen en el mundo real, donde el imperio dominante existe y casi 200 estados soberanos tienen que lidiar con todo tipo de conflictos e intereses políticos, económicos, medioambientales, religiosos y otros, solo falta algo para premiar la genial idea yanqui de pensar en Oscar Arias, para tratar de ganar tiempo, consolidar el golpe, y desmoralizar a los organismos internacionales que apoyaron a Zelaya.

En el 30 Aniversario del Triunfo de la Revolución Sandinista, Daniel Ortega recordando con amargura el papel de Arias en el primer Acuerdo de Esquipulas, declaró ante una enorme multitud de patriotas nicaragüenses: "Los yanquis lo conocen bien, por eso lo escogieron como mediador en Honduras". En ese mismo acto, Rigoberta Menchú, de ascendencia indígena, condenó el golpe.

Si se cumplían simplemente las medidas acordadas en la reunión de Cancilleres en Washington el golpe de Estado no habría podido sobrevivir a la resistencia pacífica del pueblo hondureño.

Ahora los golpistas se están moviendo ya en las esferas oligárquicas de América Latina, algunas de las cuales, desde altas posiciones estatales, ya no se ruborizan al hablar de sus simpatías por el golpe y el imperialismo pesca en el río revuelto de América Latina. Exactamente lo que Estados Unidos deseaba con la iniciativa de paz, mientras aceleraba las negociaciones para rodear de bases militares la patria de Bolívar.

Hay que ser justos, y mientras esperamos la última palabra del pueblo de Honduras, debemos demandar un Premio Nobel para Mrs. Clinton.

Fidel Castro Ruz
Julio 23 de 2009
2 y 30 p.m.

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